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ASTILLEROS

Bruselas acepta el plan de salvación para Izar

Por Paula Escalada MedranoTiempo de lectura2 min
Economía22-01-2005

Los trabajadores de New Izar que estaban a la expectativa de una respuesta de Europa acerca de sus futuros ya podrán dormir más tranquilos, porque la respuesta ha sido “sí”. Así, los supervivientes de esta nueva reconversión, podrán volver a trabajar construyendo barcos. Pero tampoco llega ahora el paraíso, porque su primer reto es pagar los 1.100 millones que deben a la Comisión Europea (CE).

La comisaria de la Comtepencia, Neelie Kroes, ha sido finalmente benevolente y ha aceptado el plan que hace un mes plantearon los sindicatos y la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) para salvar el futuro de Izar. De este modo, se producirá una reconversión en el sector e Izar desaparecerá formando una parte militar, que pertenecerá a la SEPI, y una parte civil, en la que entrará capital privado y se privatizará. Kroes envió una carta al vicepresidente económico del Gobierno y ministro de Economía, Pedro Solbes, en la que aceptaba finalmente dicho plan. Eso sí, hay que mencionar que, antes del “sí” de la comisaria, Solbes tuvo que intervenir para aclararle unas dudas que la CE tenía y por las que dudó aprobar o no el plan. El vicepresidente envió a Kroes unos documentos explicativos que la comisaria analizó y por los que tomó la decisión final. Estas dudas que la CE tenía eran básicamente dos. La primera se centraba en la unión a la lista de astilleros militares de los centros de San Fernando y Fene. Su incorporación suscitó los recelos de Bruselas ya que, según la Comisión, esto podía amenazar el compromiso de que esa sociedad no sobrepasará el 20 por ciento de su negocio con la actividad civil. Pero finalmente la duda ha quedado resuelta. También se ha solventado el segundo punto puesto en juicio: las condiciones en las que serán privatizados los demás astilleros (Sestao, Gijón, Manises y Sevilla). Como acordaron al firmar el plan sindicatos y SEPI, el Gobierno mantendrá una participación del 49 por ciento en el grupo. Tras la carta de la comisaria, vinieron las reacciones en España. Así, el ministro de Industria, José Montilla, se declaró contento con la decisión y declaró que el visto bueno de Bruselas “abre expectativas de nuevos contratos para el sector”. El sindicato UGT mostró también su satisfacción, aunque fue cauto al considerar necesario conocer antes los detalles de la decisión definitiva que adopte la CE. Aunque la noticia de Bruselas es buena, el gran problema de Izar sigue presente: devolver los 1.100 millones que le deben a la propia CE por recibir ayudas ilegales. Como la empresa no posee dicha cantidad de dinero, está condenada a la quiebra. Así, el Gobierno tiene un par de meses para establecer un plan de actuación que le permita a Izar (New Izar) conseguir los contratos suficientes y el dinero necesario para pagar la multa y poder empezar verdaderamente de cero, con un nuevo futuro para la construcción naval en España.