RALLIES
Un año de ensueño para Loëb
Por Roberto J. Madrigal2 min
Deportes14-11-2004
Sébastien Loëb se convirtió en el segundo piloto francés –tras Didier Auriol– en coronarse campeón del mundo. Lejos de ser un especialista en asfalto, como en sus primeros años, Loëb se ha convertido, a sus 30 años, en un piloto completo, ayudado por un coche, el Citroën Xsara WRC, muy fiable y competitivo.
Loëb impuso su ley desde el principio, con dos victorias consecutivas en Montecarlo –uno de sus rallies predilectos– y Suecia, donde se convirtió en el primer piloto que, sin ser nórdico, lo conseguía. Después llegó su único bache, con el abandono en México y el cuarto puesto de Nueva Zelanda –junto con Finlandia, su peor resultado de la temporada–. El francés ha exhibido una regularidad impresionante: desde Chipre hasta Córcega, con la única excepción de Finlandia –donde fue cuarto–, Loëb siempre estuvo peleando por la victoria, aunque en los rallies de Japón, Gran Bretaña, Cerdeña y Córcega no quiso arriesgar más de lo necesario y se conformó con ser segundo, para asegurar su ventaja al frente del Mundial y el título de constructores para Citroën. El equipo del doble chevron ha completado una temporada casi perfecta, puesto que además de las seis victorias de Loëb y la de Carlos Sainz en Argentina, ha conseguido un total de 20 podios. Con la retirada del español, el director de la marca francesa, Guy Fréquelin, medita cómo sustituirlo: dado que Citroën dejará el Mundial en 2006, es posible que el segundo asiento del equipo lo comparta más de un piloto. Ahora bien, El duelo que se esperaba entre Loëb y el noruego Petter Solberg no fue tal: el Subaru Impreza WRC fue muy poco competitivo en asfalto, y a pesar de conseguir tres victorias consecutivas –Japón, Gran Bretaña y Cerdeña–, los abandonos del anterior campeón en Argentina, Finlandia y Alemania le impidieron optar al título y lo obligaron a disputar el subcampeonato con el estonio Markko Märtin. El papel del joven Mikko Hirvonen ha sido testimonial: el finlandés ha adquirido experiencia para optar, a partir de la próxima temporada, a los podios que no ha conseguido en la actual. La próxima temporada será la última para la otra marca del grupo PSA, Peugeot. Pero el que termina ha sido un año para olvidar para Corrado Provera, que sólo pudo conseguir una victoria, en el Mil Lagos finlandés, con Marcus Grönholm. El 307 WRC se ha mostrado rápido y competitivo en manos del campeón en 2000 y 2002, pero también poco fiable: hasta en cinco ocasiones se ha visto obligado a abandonar o ha sufrido problemas mecánicos, como con la caja de cambios, que han impedido a la marca del león pelear por las victorias. Las opciones de Ford han pasado por el estonio Markko Märtin, que salió ganador de México, Córcega y Cataluña. Sin embargo, las dudas sobre la continuidad del equipo –finalmente, la marca del óvalo ha garantizado un programa de competición hasta 2008– y la irregularidad del belga François Duval les han impedido luchar por el título de marcas.