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IMPUESTOS

Una subida arancelaria sobre el plátano desata la polémica

Por Ana Romero VicenteTiempo de lectura1 min
Economía30-10-2004

Con pintitas negras o sin ellas, plátano o banana, la batalla por esta fruta no se reduce a esta conocida polémica de índole gastronómica. El comisario de Comercio de la Unión Europea, Franz Fischler, ha adelantado que los países exportadores de plátanos al área comunitaria deberán pagar un arancel de al menos 230 euros por tonelada.

Se trata de una cifra que todavía no ha sido aprobada, pero los productores de plátanos europeos, sobre todo los canarios, ya se están llevando las manos a la cabeza. Los isleños exigen que el impuesto aduanero sea como mínimo de 300 euros, pues alegan que ya perdieron el monopolio del mercado español cuando España pasó a formar parte de la UE y que ahora no es justo que un plátano de fuera les haga competencia con un gravamen tan pequeño “que supondría una fuerte caída de precios”, según la patronal canaria de este sector. Por su parte, los exportadores que más afectados quedarían ante una subida arancelaria son Ecuador, Panamá, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Colombia y Nicaragua. En la actualidad pagan un tributo de 75 euros por tonelada y estas naciones latinoamericanas afirman que, si éste crece, los efectos económicos y sociales serán desastrosos, ya que gran parte de su producción tiene su mercado en los países de la UE. En concreto, Panamá exporta a la UE el 87 por ciento de su producción platanera y Ecuador un 33 por ciento. El tercer grupo en discordia, el formado por los países del ACP (África, Caribe y Pacífico), apoya las quejas provenientes de los productores europeos, postura que se deriva del acceso preferencial que la UE les otorga frente al resto de países exportadores de plátanos (tienen una tarifa arancelaria de tipo cero). Con este panorama, Bruselas va a tener graves problemas para satisfacer a todos. Una tarea muy difícil, sobre todo teniendo en cuenta que en enero del 2006 tendrá que entrar en vigor the tariff only, es decir, una tasa arancelaria única e igual para todos, tal como lo ha impuesto la Organización Mundial del Comercio (OMC).