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ORIENTE PRÓXIMO

La vida de Yasir Arafat no corre peligro

Por Alejandro RequeijoTiempo de lectura2 min
Internacional31-10-2004

Todo apuntaba a que la noticia principal de la semana pasada en Oriente Próximo iba a ser la definitiva aprobación del plan de retirada de Gaza. Sin embargo, el estado de salud del líder de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasir Arafat, empeoró y tuvo que ser evacuado a Francia para ser tratado de un posible cáncer.

Esta recaída del rais hizo saltar todas las alarmas. Pocos minutos después de conocerse la noticia, los primeros seguidores se concentraron en la Muqata, el domicilio de Arafat en el que permanece confinado, por orden de Israel, desde hace tres años. Las pruebas iniciales que se le realizaron presagiaban lo peor. Los especialistas reconocieron que Arafat "sufre un desorden de la circulación sanguínea potencialmente mortal". Además se especuló con la posibilidad de que estuviese producido por un cáncer de estómago o una leucemia, según informó uno de los médicos que le examinó. Por su seguridad, finalmente se optó por trasladarlo a Francia donde recibiría un tratamiento de mayores garantías. No sin antes autorizarlo el primer ministro israelí, Ariel Sharon, Arafat fue evacuado en la mañana del pasado viernes de Ramala con destino a Francia. Además Sharon se comprometió a permitir el regreso del líder árabe sin ningún tipo de exigencia o condición. Entre las lágrimas de los cerca de mil seguidores que se concentraron en la Muqata, y al grito de "¡con nuestra alma y nuestra sangre te defenderemos”. Con esto, el rais abandonó su pueblo en lo que parecía un viaje sin retorno. El pesimismo se apoderó de los palestinos. Las imágenes de un Arafat ataviado con un pijama y un gorro de lana no inspiraban mucha confianza. Sin embargo, un día después de su ingreso en el hospital militar parisino de Clamart, las primeras noticias dieron lugar a la esperanza. Los análisis realizados al líder de la ANP descartaron la posibilidad de que tuviese leucemia y no era necesario temer por su vida. El vacío de poder de Arafat y las pocas esperanzas iniciales, provocaron los primeros movimientos sucesorios en Palestina. Hamas pidió la creación de una dirección política unificada y la convocatoria de elecciones, mientras que los partidarios de Arafat cerraron filas en torno a Abu Mazen y Abu Alá. Antes de todo esto, el pasado miércoles se aprobó definitivamente en el Parlamento israelí el plan de desconexión de Gaza impulsado por Ariel Sharon. Tras un largo e intenso debate el día anterior, el primer ministro logró juntar los apoyos necesarios. Con esto serán desalojados todos los asentamientos de colonos judíos que se encuentran en la zona fronteriza. A pesar de ello Sharon se encontró con el rechazo de la ultraderecha y de buena parte de su propio partido, el Likud. Para facilitar este proceso, se aprobaron también compensaciones económicas para todos lo colonos que se vean afectados por esta medida así como sanciones para los que se resistan a abandonar sus hogares.