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NATACIÓN

Los ¬tapados¬ reclaman su sitio en Indianápolis

Por David del Olmo/Roberto J. MadrigalTiempo de lectura3 min
Deportes11-10-2004

El Campeonato del Mundo de natación en piscina corta dejó, a su paso por Filadelfia, cinco plusmarcas universales. La ausencia de Michael Phelps la aprovecharon sus compatriotas Brendan Hansen, Ian Crocker y Aaron Peirsol para demostrar que también están en un gran momento. En el medallero dominaron las potencias, Estados Unidos -39 medallas, veinte de ellas de oro- y Australia, que consiguió otras 29: siete de oro y 16 de plata.

La competición estuvo algo descafeinada porque no estuvieron la gran mayoría de las estrellas que dominaron el medallero en los Juegos Olímpicos, con la excepción de Phelps, motivado por competir en su país. Pero el portento estadounidense, de 19 años, sólo demostró su supremacía en la primera jornada, en la que ganó el oro en los 200 metros libres, antes de abandonar por problemas de espalda. Sin embargo, nadadores menos conocidos consiguieron mantener un buen nivel, puesto que se consiguieron cuatro récords mundiales y otros cinco récords más de los campeonatos. El combinado estadounidense dominó el panorama individual, con mención destacada para tres nadadores a la sombra de Phelps: Brendan Hansen -que copó el oro de los 50, 100 y 200 braza-, Ian Crocker -campeón mundial en los 100 y 50 metros mariposa y plusmarca mundial en la prueba corta: 22"71- y Aaron Peirsol, que se impuso en los 100 y 200 espalda -en esta última consiguió además un nuevo récord mundial, con una marca de 1'50"52- . En la prueba del hectómetro fue octavo el español Aschwin Wildeboer. El alemán Thomas Rupprath, campeón europeo, arañó el oro en los 50 metros espalda, mientras que en los 200 mariposa venció el británico James Hickman. El esloveno Peter Mankoc, el brasileño Thiago Pereira y el tunecino Oussama Mellouli aprovecharon la ausencia de Phelps para imponerse en los 100, 200 y 400 metros estilos. Sin el australiano Grant Hackett, el ruso Yuri Prilukov consiguió el doblete en la larga distancia, al ganar los 400 libres y los 1.500 metros. La ausencia de las grandes figuras se dejó notar especialmente en la final de 50 metros libres, la prueba reina de la velocidad, que ganó el británico Mark Foster. El estadounidense Jason Lezak se impuso en los 100 libres. En la competición femenina brilló su compatriota Kaitlin Sandeno, que se adjudicó los 200 mariposa y 400 estilos, amén de contribuir en el relevo de 4x200 libre. El oro en los 400 libres la confirmó como princesa del Mundial, pero la reina fue la australiana Brooke Hanson, que consiguió cuatro oros en los 50 y 200 metros braza, y además acaparó la victoria en los 100 y 200 estilos. Las estadounidenses Haley Cope -en los 50 y 100 metros- y Margaret Hoelzer, en los 200, dominaron las pruebas femeninas de espalda. También consiguió el oro Jenny Thompson en los 50 metros mariposa, mientras que la eslovaca Martina Moravcova ganó en el hectómetro. Las nadadoras europeas completaron el botín en los 50 y 200 metros libres, que ganaron -respectivamente- la holandesa Marleen Veldhuis y la sueca Josefin Lillhage. La australiana Lisabeth Lenton cerró en los 100 libres la cosecha de triunfos de su país, mientras que la japonesa Sachiko Yamada se llevó el oro en los 800 metros. En los relevos, Estados Unidos -gran dominador, junto con Australia- se llevó cinco de los seis oros: los 4x200 y 4x100 libres masculinos -el equipo español, formado por Eduard Lorente, Brenton Cabello y los hermanos Aschwin y Olaf Wildeboer, fue octavo en el relevo corto-, y además, los 4x200 femeninos. El mejor espectáculo lo dejaron Hansen, Crocker, Peirsol y Lezak, que nadaron los 4x100 estilos en 3'25"09. Pero las aussie Hanson, Lenton, Sophie Edington y Jessica Schipper impidieron el pleno yanqui y rebajaron casi un segundo la plusmarca mundial del 4x100 estilos femenino: 3'54"45.