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Aspectos más destacados del nuevo texto constitucional

Por Alejandro RequeijoTiempo de lectura2 min
Internacional20-06-2004

La nueva Constitución, recientemente aprobada en la Cumbre de Bruselas reequilibra el poder entre estados "grandes" y "pequeños". Sin embargo, además de establecer un reparto de poder basado en el sistema de doble mayoría, en el nuevo texto quedan recogidos los principales puntos sobre los que se sustentará la futura Europa de los 25.

Se trata de un texto que garantiza la integridad territorial de todos los estados miembros. Este punto afecta directamente a España ya que según esto ninguna región podría acudir a la UE para reclamar su independencia. No obstante, la Constitución acepta la diversidad lingüística por lo que podría ser traducida a otras lenguas cooficiales en cualquier país. Es decir, que podría tener su versión en gallego, catalán y euskera. Uno de los temas más conflictivos, de la negociación, el de la inclusión de referencias cristianas en el texto, se saldó finalmente en favor de la vertiente que se mostraba en contra de esta opción. Ni Dios, ni el cristianismo, ni los antecedentes históricos judeocristianos se encuentran recogidos en el texto final de la Constitución. Por otro lado, tanto el Ejecutivo como el Parlamento Europeo cambian. De momento y hasta el año 2014, el número de comisarios será de uno por cada país. A partir de dicha fecha la representación corresponderá a dos tercios del número de estados miembros que serán elegidos a través de un sistema de rotación igualitaria. Por su parte, el Parlamento pasa de tener 732 diputados a contar con 750. La distribución se hará en función de la población de cada país. Alemania al ser el país más poblado contará con 96 representantes, mientras que Malta al ser el país con menos habitantes solo tendrá seis diputados. Además el Parlamento actuará como segunda Cámara legislativa y tendrá poder para modificar e, incluso rechazar, cualquier iniciativa adoptada por el Consejo de Ministros. Esto supone que como norma general, las decisiones que se adopten a partir del sistema de doble mayoría también deberán recibir la aprobación del Parlamento. Además, los ingresos y gastos del presupuesto comunitario se decidirán por unanimidad, y se mantendrá el derecho de veto en la adopción del presupuesto de la Unión. En el apartado de Defensa, el texto también prevé la creación de una agencia común de armamento, investigación y capacidades militares, así como una cláusula de defensa mutua y de solidaridad entre los componentes de la Unión Europea. Se trata por tanto de una Constitución que aclara competencias, protege los derechos individuales, y potencia las políticas supranacionales. En definitiva que aunque tiene sus detractores, como es el caso de los más integracionistas, es un proyecto cargado de simbolismo e ilusión.