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FÚTBOL

Madrid y Zaragoza se las verán en Montjuïc

Por Froilán MoraTiempo de lectura2 min
Deportes12-02-2004

Desde la última vez que ambos conjuntos se enfrentaron en una final de Copa, en 1993, el Zaragoza ganó en dos ocasiones el torneo (1994 y 2001), mientras que el Madrid repitió final en 2002, pero la perdió en el ya famoso centenariazo del Deportivo. Para los jugadores blancos y Florentino Pérez, que han ganado casi todo en las últimas temporadas, la Copa es el único torneo que les falta.

Real Madrid y Sevilla disputaron una semifinal con todas las de la ley; dura, a cara de perro, con polémica, expulsiones, goles tempraneros... El 2-0 de la ida presagiaba una vuelta relativamente sencilla para los blancos, pues no suelen quedarse sin marcar. Sin embargo, el conjunto de Joaquín Caparrós es un rival muy incómodo para los de Carlos Queiroz: luchando como descosidos en el medio campo, consiguieron anular de nuevo a David Beckham y Guti. Por si fuera poco, el gol de Antonio López, nada más empezar el partido de vuelta, sembró la duda en los jugadores del Real Madrid. El Sevilla fue capaz de todo durante la primera parte, y lo cierto es que mereció irse al descanso con la eliminatoria empatada. El primer períoodo terminó con la expulsión de Zinedine Zidane; el francés, provocado por un maestro de las artimañas como Pablo Alfaro, perdió los papeles y le propinó un manotazo en la cara. Tras el descanso, con el cansancio de los jugadores del equipo hispalense, ocurrió como en la ida: el partido se convirtió en un correcalles del que cualquiera pudo salir victorioso. Finalmente salió el Madrid, que por un día, se puso el mono y trabajó sacrificado en defensa. Todos lo hicieron, incluido el nueve, Ronaldo, en vista de que la defensa no le concedió ni una sola oportunidad para marcar. El Alavés de Pepe Mel vendió cara su eliminación, hasta el punto de que no perdió ninguno de los dos partidos que disputó contra el Zaragoza. Es más, el equipo de Primera División tan sólo pudo hacerle un gol en dos partidos, y para colmo, fue en el tiempo de descuento y en una jugada de balón parado. Todo esto dice mucho en favor del equipo vitoriano, pero no será el primer equipo de Segunda que juegue una final desde que lo consiguió el Castilla -entonces se llamaba así al filial del Real Madrid- en 1980: quienes estarán en la final de Barcelona y quienes se aseguran un puesto en la próxima Copa de la UEFA -a expensas de que el Real Madrid se clasifique para la Liga de Campeones, como es previsible- son los hombres de Víctor Muñoz. El partido de vuelta fue soso, más bien aburrido. Tan sólo la incertidumbre del resultado dio aliciente a un partido que dominó el Zaragoza, pero en el que nadie tiró a entre los tres palos en todo el partido. El delantero David Villa y el interior argentino Luciano Galletti pudieron hacer gol en algún tímido acercamiento, pero el meta vitoriano, Juan Pablo, se mostró seguro en todas sus intervenciones y mantuvo la emoción intacta hasta el último minuto. La tensión degeneró en algunas acciones feas, como un plantillazo de Edu Alonso a José María Movilla que obligó a dar nada menos que 27 puntos de sutura al centrocampista madrileño.