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EL REDCUADRO

Los Martínez

Por Antonio BurgosTiempo de lectura2 min
Opinión10-06-2001

Gracias a que tiene una familia de toda la vida, Martínez no es ahora un ejecutado de toda la muerte. Gracias a algo tan de cajón y suscribible (¿dónde hay que firmar?) como oponerse a la medieval barra libre de pena de muerte en Estados Unidos, está ahora de moda algo tan políticamente incorrecto como la familia tradicional. Los Martínez Superstar. De la historia tan americana de este nuevo Jota Jota se hará una película con Javier Bardem y se editarán unas memorias en Planeta, pero de momento todos hemos aceptado la vigencia de bibliografía tan aparentemente desfasada como el Libro de Familia. Esta sí que es la simbólica "Casa de los Martínez" que a todos nos acoge, y no aquella de la televisión en blanco y negro de los años 60. Todos los fuegos son el fuego, todas las penas de muertes son la muerte y todos los padres son ahora El Padre. En la España mediática, Joaquín Martínez, El Gran Padre, ha desbancado a El Gran Hermano. El padre ha hecho que todos sintamos a Jota Jota como a nuestro propio hijo. Sentimiento novedoso. No sé por qué, en toda esta historia del salvamento desesperado del hijo la madre, Sara, nos ha impresionado menos que Joaquín, el padre, quebrando toda la literatura popular sobre la madre. Los dos vigentes modelos de familia se han opuesto en la historia y han ganado los que siempre eran los buenos. La abuela María Luisa, los padres Joaquín y Sara son la familia de siempre. Los españoles dichos "de a pie" que buscan para público de peaje en los programas de TV. A Sara parecía que la conocíamos de haberla visto aplaudiendo en Tómbola, quizá una de las que salen en primer término detrás de Chimo Rovira. A Joaquín, el padre, parecía que lo conocíamos del concurso de acertar el nombre del abogado más famoso y carero de Estados Unidos. Como a otros les toca el apartamento en La Manga, a él le tocó la vida de su hijo. Cuya familia es de las que se llevan ahora, modelo Belén Esteban, con hijos repartidos entre diversas madres, ex esposas, novias, amantes, parejas de hecho y compañeras sentimentales. Saberse los ascendentes familiares es facilísimo; conocer el entorno familiar a partir de José Joaquín, un lío para guionistas especializados. Nadie de este entorno de las familias de hecho o de desecho ha movido un dedo por Joaquín José, como no fuera para encerrarlo en el corredor de la muerte con el camisón butano que impresionaba a la abuela de El Batán y mandar vídeos inculpatorios al fiscal. A Jota Jota lo ha salvado su familia de siempre, la que permanece unida porque recauda unida los millones para el abogado Peter Raben. Si nos faltaran razones para ir contra la pena de muerte, una más. Esta guerra contra la pena de muerte ha sido una batalla ganada por la familia tradicional.