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FRAUDES CONTABLES

España y Estados Unidos preparan un Código de Buen Gobierno para las empresas

Por Javier de la FuenteTiempo de lectura2 min
Economía14-07-2002

A nadie le sorprende ya el descubrimiento de un nuevo fraude contable. La credibilidad empresarial está en crisis y ello ha llevado al desplome de las principales bolsas, arrastradas por la desconfianza de los inversores que ante el clima de incertidumbre, prefieren desprenderse de sus títulos poniendo bajo mínimos los índices bursátiles.

Tras las nuevas incorporaciones al top fraude, los gobiernos americano y español se han tomado muy en serio la puesta en práctica de la ética empresarial. Estados Unidos no está dispuesto a que siga quedando en entredicho la reputación de sus empresas y ha aprobado duras medidas contra el fraude. Diez años de prisión es la pena máxima que ha impuesto el Senado norteamericano para los altos cargos que, por desidia o de forma deliberada, permitan que sus empresas publiquen resultados financieros falsos. El Ejecutivo español también prepara un importante paquete de medidas encaminadas a una mayor transparencia empresarial, sobre todo de las empresas que cotizan en Bolsa. Ésas nuevas medidas que el Gobierno prepara se sumarán al Código de Olivencia, vigente desde 1997, año en el que Manuel Olivencia Ruíz - a quién debe nombre el Código- presidía la Comisión Especial para el estudio de un Código Ético de los Consejos de Administración de las Sociedades. Olivencia, en declaraciones al diario ABC, se queja de la poca transparencia de las empresas españolas en los asuntos relacionados con las retribuciones, lo que para él obedece a que predominan los intereses particulares de los consejeros sobre los de las empresas. Son más las voces a favor que se suman al endurecimiento de las exigencias en materia de transparencia a las empresas; Aldo Olcese, presidente del Instituto Español de Analistas Financieros, considera que el código actual es lo suficientemente bueno, pero el problema radica en que las recomendaciones del Código de Olivencia no son tomadas relativamente en serio. Asimismo cree que al igual que en las Bolsas de Nueva York y Londres, en la de Madrid se debería exigir a las empresas el seguimiento de algún código de gobierno. El anuncio de la creación del nuevo Código de Buen Gobierno también ha despertado críticas, como la del presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, quién alerta del "peligro de una caza de brujas" y una "excesiva reglamentación que retrasaría muchísimo el desarrollo de los mercados".