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ECOFIN

Francia acepta con reticencias el pacto presupuestario para el 2004

Por Raquel GonzálezTiempo de lectura1 min
Economía22-06-2002

Para el año 2004 todos los países de la Unión Europea deberán tener equilibrio presupuestario, lo cual no significa otra cosa que la reducción del déficit de los países miembros. Para el 2004, el déficit deberá ser nulo o como máximo llegar al 0,5 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB). Es muy importante que estas cifras se cumplan para que la estabilidad económica de la Unión Europea sea total. El comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Pedro Solbes, incidió en que se trataba de “un aspecto crucial”.

Quien más preocupaciones había levantado era Francia, que en semanas previas a la reunión ya había manifestado no estar en disposición de cumplir los objetivos que se querían fijar. El intentar convencer al país galo de que se adscribiese al acuerdo de Grandes Orientaciones de Política Económica (GOPE), que es como se ha venido a denominar el plan de estabilidad con objetivos para el 2004, era vital para conseguir los fines propuestos. Tras muchas horas de discusiones, todos tuvieron que ceder. Francia afirmó que haría todo lo posible por cumplir con las cifras, pero no aseguró que pudiese completar la hazaña. El resto de países accedió a introducir una serie de concesiones por la coyuntura que atraviesa el país. Estas concesiones pasan porque Francia quedará libre de cumplir con lo pactado si su crecimiento económico es inferior al tres por ciento durante los años 2003 y 2004. No sería raro que el país galo no pudiese cumplir con los objetivos, ya que las previsiones del déficit exterior para este 2002 se sitúan en torno al 2,5 por ciento. Muy lejos de 0,5 por ciento, como máximo, que aceptaría la Comisión Europea en tan solo dos años. Tras esta benevolencia con Francia, Alemania quiso recordar que también su cumplimiento del GOPE estaba condicionado a un crecimiento del 2,5 por ciento de su economía durante los dos próximos años y pronosticaron que seguramente tendrán que postergar ese equilibrio al 2006, y no al 2004 como se pretende, aunque tengan que sufrir una amonestación de Bruselas.