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TERRORISMO

ETA envía tres paquetes bomba a directivos de medios de comunicación

Por Cristóbal Cabezas MartínTiempo de lectura2 min
España20-01-2002

ETA envió, por medio de un servicio de mensajería, tres paquetes bomba a varios representantes de medios de comunicación que trabajan en el País Vasco. Los paquetes fueron remitidos al director de Radio Nacional en Bilbao, Santiago Silván, a la delegada de Antena 3 en el País Vasco, Marisa Guerrero, y al presidente de la Fundación Grupo Correo de la Comunicación y vicepresidente del Grupo Correo-Prensa Española, Enrique Ybarra.

Los tres paquetes, localizados y neutralizados por miembros de la Ertzaintza (Policía Autónoma del País Vasco), iban dirigidos a las viviendas de los tres directivos, dos en Neguri, barrio de la localidad de Getxo y otro en el municipio vizcaíno de Leioa. El aviso lo dio Santiago Silván, que sospechó desde el principio del paquete que había recibido. Al cogerlo, reparó en un remite de Confebask que levantó sus sospechas porque consideraba que era falso. La organización terrorista no ha dejado nunca de vigilar a los medios de comunicación. De esta manera, en su "punto de mira" siempre han estado aquellos profesionales que más se han destacado por sus críticas a la actividad de ETA. Asimismo, la Guardia Civil detuvo a otros dos presuntos colaboradores de la banda terrorista que se sospecha que estaban directamente relacionados con los integrantes del comando Basurde, ya desmantelado, que intentó introducir dos furgonetas cargadas con más de 1.800 kilos de explosivos para cometer un atentado en Madrid. El vicepresidente primero y ministro del Interior, Mariano Rajoy, afirmó que Juan Antonio Cortés de Luis y su compañera sentimental, Susana Achaerandio Alexanco, realizaban seguimientos e informaciones sobre posibles objetivos de ETA. Rajoy aseguró que los detenidos eran personas "ya conocidas por la Guardia Civil desde hacía tiempo, pero sobre las que no se habían logrado obtener pruebas hasta ahora". Por otro lado, el juez Baltasar Garzón dejó en libertad sin fianza y sin medidas restrictivas a los directores de los diarios Gara y Euskaldunon Egunkaria, Mertxe Aizpurua y Martxelo Otamendi, respectivamente, a pesar de que el fiscal Pedro Rubira pidió que se les enviara a la cárcel por los delitos de colaboración con banda armada, amenazas, justificación del terrorismo e inducción al asesinato terrorista. Garzón explica en el auto que no existe motivo para decretar prisión, porque ambos tienen domicilio fijo, trabajo y siempre se han presentado a los requerimientos judiciales que se les han hecho. El único que hizo declaraciones ante el juez Garzón fue Otamendi, que negó "rotundamente" que hubiera inducido al asesinato de ninguna persona, y recordó el auto del propio juez al afirmar que "su conducta fue ejercer su derecho a comunicar información veraz".