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NBA

Dos retornos y seis anillos

Por Roberto J. MadrigalTiempo de lectura2 min
Deportes25-09-2001

El que para muchos es el mejor jugador de todos los tiempos no quería darle aún carpetazo a su carrera. Su carácter ganador y de liderazgo le ha animado a asumir un nuevo reto en su carrera, cuando podía haberse quedado con una última imagen de gloria en su última despedida, en 1998.

La primera etapa de Michael Jordan en los Chicago Bulls comenzó en 1984. Entonces no era más que un joven descarado, con una agilidad asombrosa (ganó varios concursos de mates), pero que permaneció a la sombra de las grandes estrellas como Larry Bird, Isiah Thomas o Magic Johnson. Fueron años de aprendizaje, aunque ya fue seleccionado para los All-Star. La eclosión del mito llegó en 1991, de la mano de su gran amigo Scottie Pippen en el campo y de Phil Jackson en el banquillo. Jordan creció en inteligencia y fue la cara visible de los Bulls que ganaron tres anillos consecutivos, hasta 1993. Sin embargo, la presión en torno al jugador y el secuestro de su padre le hicieron tomar la decisión de retirarse de la NBA y jugar temporalmente en un equipo de béisbol de Chicago. A pesar de que su camiseta ya había sido colgada cuando Air regresó a los Bulls en 1994 y jugó su primera temporada con el número 45, en lugar del 23 que le hizo famoso, Jordan volvió a ser el gran jugador que había sido y ganó otros tres anillos más, entre 1996 y 1998: Jugador Más Valioso (MVP) de cinco finales, diez veces máximo anotador de la NBA, doce presencias en el Partido de las Estrellas. Se despidió en la que parecía su retirada definitiva de la forma que cualquier jugador soñaría: con la última canasta del partido que le dio su sexto título de campeón de la NBA. Sin embargo, su espíritu de superación le ha podido a Jordan más que su labor como propietario de los Washington Wizards, de modo que aunque no sea para ganar títulos, regresa a la NBA. La Liga se lo agradece, pues en su anterior retirada, las audiencias se resintieron y mucho antes de la eclosión de Kobe Bryant o Vince Carter, las nuevas figuras de la NBA.