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US OPEN

Lleyton Hewitt y Venus Williams, triunfadores

Por Roberto J. MadrigalTiempo de lectura2 min
Deportes09-09-2001

El tenis que Pete Sampras mostró en el Arthur Ashe Stadium mereció mayor premio que la derrota que le endosó el australiano Lleyton Hewitt: 7-6 (7-4), 6-1 y 6-1. En el cuadro femenino, el duelo de las hermanas Williams se resolvió a favor de la mayor, Venus, por 6-2 y 6-4.

La ambición de Lleyton Hewitt le ha llevado a ganar su primer grande, precisamente cuando Pete Sampras había mostrado síntomas más que evidentes de que su decadencia no es tal, sino que antes bien, mereció ganar alguno de los dos últimos torneos que ha disputado, Long Island y este U.S. Open, y que ha perdido en las respectivas finales. En todo caso, el fiasco en el que pudo ser y no fue el 14º Grand Slam Sampras acusó el cansancio acumulado y el varapalo de perder en la muerte súbita la primera manga. Las dos siguientes fueron un paseo para Hewitt, que manejó a su antojo al ex número uno del circuito masculino. Sampras exhibió frente a Andre Agassi, en cuartos de final, el mejor tenis que se recuerda desde hace muchos años en el torneo estadounidense, y había superado en semifinales el duro escollo de Marat Safin: 6-3, 7-6 (7-5 en la muerte súbita) y 6-3. La posibilidad de una final rusa con Yevgeny Kafelnikov la desbarató Hewitt al ganar al ruso por 6-1, 6-2 y 6-1, que en cuartos de final había dejado en la cuneta a la estrella emergente del tenis estadounidense: Andy Roddick. El australiano, todo desparpajo pero hasta ahora también mal genio, consagra con su primer Grand Slam una carrera más que prometedora, y sobre todo, con un gran futuro por delante. La Armada española no pasó de los octavos de final: Tommy Robredo y Albert Costa hubieron de hincar la rodilla contra Andy Roddick y Gustavo Kuerten, respectivamente, con lo que completaron una actuación muy discreta para las altas expectativas de muchos de los tenistas que en el 2000 ganaron la Copa Davis. En el cuadro femenino, la superioridad de las hermanas Williams fue demoledora. Pasaron prácticamente sin despeinarse los cuartos de final y las semifinales, donde dejaron en la cuneta a la número uno mundial, Martina Hingis, y a la vencedora del Abierto de Australia y Roland Garros. Al final, con dos estilos similares, de mucha pegada, Venus Williams se alzó con su segundo grande del año, después de Wimbledon.