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Bruselas se niega a aceptar la propuesta de la SEPI

Por Mayra Ambrosio LaredoTiempo de lectura2 min
Economía21-11-2004

Los sindicatos han roto las negociaciones con la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). La negativa de Bruselas a aceptar un plan de saneamiento en el que todos los astilleros dependan de un holding público, con la ayuda de las cajas de ahorros, obliga al Gobierno a volver a la propuesta inicial. Los sindicatos piden a José Luis Rodríguez Zapatero que tome las riendas de la crisis, pero él ratifica al presidente de la SEPI, Enrique Martínez Robles, como interlocutor.

Durante la octava reunión que mantuvo la SEPI con los sindicatos, el organismo estatal expuso la opinión de Bruselas sobre el principio de acuerdo que ambas partes habían alcanzado el pasado19 de octubre. Según dicho plan, se segmentarían los astilleros en el negocio militar y el civil, la SEPI controlaría el 49 por ciento, las cajas de ahorros tendrían un 21 por ciento y se completaría el 30 por ciento restante con inversiones privadas. Esta propuesta no ha sido bien recibida por Bruselas porque los astilleros civiles quedarían bajo el control del capital público y no bajo capital privado, como ella exige. Además, la autoridad europea también discrepa acerca de que los astilleros Fene y San Fernando formen parte del grupo militar. CC.OO. acusa a la SEPI de utilizar a Bruselas como una estrategia para volver a su plan inicial. Los sindicatos han perdido la confianza en su interlocutor y piden dialogar directamente con el Gobierno. Zapatero desoye sus peticiones. Ante este panorama, las agrupaciones, encabezadas por CC.OO. y UGT, anuncian que rompen las negociaciones y retoman las movilizaciones. Un conflicto que persiste El problema en los astilleros españoles dura ya varios años. Parecía que con el último acuerdo se alcanzaría una solución, pero no será así. El presidente de la SEPI, Enrique Martínez Robles, ha recordado que Izar entrará en causa de disolución el próximo 1 de enero porque no podrá hacer frente a la devolución de las ayudas públicas ilegales que le concedió el Gobierno. Antes de esa fecha, la SEPI deberá segregar el negocio militar de Izar, el más rentable del grupo, para evitar que se vea afectado. El futuro de las factorías civiles pasa por la búsqueda de socios privados que tendrían que quedarse con un mínimo del 51 por ciento del negocio. El vicepresidente segundo y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, afirmó que el Gobierno está negociando con Bruselas “todas las correcciones” que puedan ser necesarias para que el futuro de Izar se adapte mejor a la realidad española. El ministro ratificó que el Gobierno está haciendo un “esfuerzo muy importante” presentando a los sindicatos una alternativa viable.