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LA RÉPLICA

Nervios de políticos

Fotografía

Por Roberto J. MadrigalTiempo de lectura2 min
Deportes03-10-2004

¡Tampoco es para tanto! Menuda han armado los responsables de la candidatura de Madrid 2012, con Feliciano Mayoral al frente, y el presidente de la Federación Madrileña, Pedro Muñoz -que ha llegado a ser cesado, incluso, como vicepresidente de la Federación Español (RFET)- porque la final de la Copa Davis será en Sevilla. Que si era fraude, escándalo… pero dónde vamos a parar. Cierto es que un espectáculo de tal guisa y magnitud merece la pena, pero no hay que olvidar que a albergarlo optaban otras cinco ciudades: además de Madrid y Sevilla, Barcelona, Málaga, Canarias, Valencia, La Coruña y Santiago de Compostela. Eso no es deportividad, ¡pero qué pasa! Con todo, la decisión del presidente de la RFET, Agustí Pujol, no se puede decir que esté ni mucho menos infundada. Valorando aspectos como el calor del público, es evidente que Sevilla está a la altura: el proyecto prevé habilitar el Estadio de La Cartuja -la Federación Internacional (ITF) obligará a que se pueda cubrir la pista de competición para poder disputar partidos aunque haya mal tiempo, otro reto interesante- para que veinte mil paisanos, con sus banderas españolas, le den caña a Estados Unidos. Que eso es lo verdaderamente importante. Los que no queremos pensar mal -al menos, no más de lo necesario- preferimos pensar que la reacción de Madrid es una simple pataleta. Cierto es que el esfuerzo de la ciudad ha sido grande para organizar, en apenas dos años, el mejor Masters Series -los nueve torneos grandes, excepción hecha de los cuatro Grand Slam- de todo el circuito ATP. Aunque quisieran poner la guinda al pastel olímpico de 2012 con la Copa Davis -la elección definitiva de la sede es en julio de 2005-, el Comité Olímpico ya tiene una buena tarjeta de presentación a poco que se dé una vuelta en octubre por el Rockódromo. Sevilla, no conviene olvidarlo, ha sido la eterna aspirante olímpica: ya en varias ocasiones ha iniciado los papeleos para albergar unos Juegos, aunque hasta ahora nunca haya conseguido pasar la primera criba del COI. Su insistencia, seguro, acabará teniendo premio... De momento, me alegro por Sevilla, ¡claro que sí!: ojalá que la Copa Davis también se pueda dar una vuelta, y no sólo con las eliminatorias, por las pistas de ciudades que no tienen torneos ATP -dígase Madrid, Barcelona, Valencia y Mallorca-. Y seguro también, Sevilla apoyará en su momento a Madrid -como el resto de los españoles que se precian de serlo- para que le llueva el maná de los Juegos Olímpicos. Que lo cortés no quita lo valiente.

Fotografía de Roberto J. Madrigal