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SIN CONCESIONES

Acebes no mintió

Fotografía

Por Pablo A. IglesiasTiempo de lectura2 min
Opinión11-07-2004

Cuidado. No mentir no siempre significa decir la verdad. Pero ser fiel a la realidad sí exige huir de la mentira y la demagogia. Acebes cumplió esto segundo tras el atentado del 11-M. Pero todavía falta demostrar lo primero. El ex ministro del Interior actuó con transparencia y difundió datos con cautela. Sin embargo, eso no significa que actuara honestamente. Entre afirmar y sugerir existe una gran diferencia con la que los periodistas jugamos muchas veces. Igual que entre confirmar y dar a entender surgen numerosos matices entre los que saben caminar hábilmente los dirigentes políticos. Acebes no mintió. Es un dato indiscutible. No dijo nunca que la dinamita fuera Titadine porque no lo era. Negó la existencia de terroristas suicidas entre los fallecidos porque no los había. Y dudo entre la autoría de etarra y la islámica porque en un principio cabían ambas posibilidades. Lo reconocen los testigos, los forenses y los policías. Pero que Acebes no mintiera no significa que fuera leal con su cometido como ministro del Interior. Acebes, sin mentir, sugería que ETA estaba tras los atentados, daba a entender que ETA era la responsable, hacía pensar que todo era obra de ETA. No era así y él tenía indicios suficientes para imaginar que la realidad era bien distinta. Acebes no mintió pero sí confundió siendo consciente a millones de españoles. Inducido por Aznar, posiblemente, jugó el papel que le dictaban desde La Moncloa. Algunos dirigentes del Partido Popular reconocen que Aznar trató por primera vez de sacar partido de un atentado terrorista y, por eso mismo, cometió los errores en los que nunca antes había caido. El Gobierno no mintió pero actuó al margen de la ética y la moral. No fue el único. Otros sí mintieron y trataron de engañar deliberadamente a los españoles. Inventaron terroristas suicidas entre los cadáveres y pusieron en marcha una maquinaria de propaganda hasta en la jornada de reflexión. Jugar con la verdad es muy grave. Pero manipularla o incluso crearla en pro de intereses partidistas es todavía peor.

Fotografía de Pablo A. Iglesias

Pablo A. Iglesias

Fundador de LaSemana.es

Doctor en Periodismo

Director de Información y Contenidos en Servimedia

Profesor de Redacción Periodística de la UFV

Colaborador de Cadena Cope en La Tarde con Ángel Expósito