Amnistía Internacional condena la situación de los prisioneros bajo mando de EE.UU.
Por Isabel A. Vega
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Internacional30-05-2004
Amnistía Internacional afirmó la semana pasada en la presentación de su informe anual correspondiente a 2004, que el mundo vive hoy la situación de “mayor violación de los derechos humanos en las últimos cincuenta años”. El texto lamenta el sacrificio de los DDHH en pos de “una búsqueda ciega de la seguridad”.
La polémica despertada el pasado 28 de abril, tras la difusión de las imágenes de torturas infligidas por militares estadounidenses en la cárcel iraquí de Abu Ghraib, ha dejado su huella en el informe anual de Amnistía Internacional. La asociación recuerdó que las recientes informaciones al respecto, ponen de manifiesto la vulnerabilidad de cientos de presos no sólo en Iraq; sino también en la base militar de Guantánamo, en Cuba; y en otros países como Afganistán, donde se encuentran retenidos sin cargos, posibilidad de juicio, abogado o protección alguna de los Convenios de Ginebra. En el caso concreto de Iraq, la Administración Bush había precisado que las normas de Ginebra eran completamente aplicables a todos los prisioneros. Sin embargo, el descubrimiento de los malos tratos en Abu Ghraib ha puesto en tela de juicio la gestión militar estadounidense en el país árabe y en el resto de lugares del mundo. La semana pasada se anunció la intención de derribar la citada prisión en lo que el presidente de EE.UU., George W. Bush, consideró como la demolición del “símbolo de la conducta vergonzosa de unos cuantos militares que deshonraron a su país”. Asimismo, se va a proceder a relevar del mando al jefe de las tropas estadounidenses en Bagdad, el teniente Ricardo Sánchez. Esta decisión en principio responde a la situación de que el militar ha cumplido ya un año de servicio en Iraq, mucho más tiempo que el resto de los mandos allí destinados. Sin embargo, es un hecho que la polémica de las torturas también ha salpicado al teniente, pues no se ha esclarecido aún que no estuviera informado de los malos tratos que sus soldados infligían a los presos. El informe de Amnistía Internacional, recogía además la situación que se vivió en Iraq tras la caída de Sadam Husein, y afirmaba que la falta de orden público propició que sólo en la ciudad de Bagdad, tuvieran lugar más de 400 violaciones a mujeres, según precisó el director de AI-España, Esteban Beltrán. Respecto a la “cruzada” en contra del terrorismo mundial, el texto denuncia que tanto los grupos armados como los gobiernos, han iniciado una guerra “contra los valores mundiales, destruyendo los derechos de los ciudadanos corrientes”. En este sentido, el presidente de la sección española de AI, Juan Lucas, aseveró que “Las auténticas armas de destrucción masiva no son las armas químicas o biológicas que tan desesperadamente buscan los gobiernos, sino que son la injusticia y la impunidad, la pobreza, la discriminación y el racismo, el comercio incontrolado de armas pequeñas, la violencia contra las mujeres y los abusos de menores”.