Fondo y forma del FMI
Por Ana Romero Vicente
2 min
Economía25-04-2004
El Fondo Monetario Internacional (FMI), al igual que el Banco Mundial, forma parte del sistema de Naciones Unidas y está reconocido como la institución financiera más influyente del mundo. Esto es así porque está integrada por 184 miembros, países que se aprovechan de las ventajas de estar amparados por un organismo como el FMI, pero al que están obligados a rendir cuentas sin concesiones cuando necesitan de su favor.
El FMI atiende a países enfermos y sanos. Su misión no sólo es buscar curas, también evitar dolencias. Por eso la prevención de crisis ha sido siempre su principal objetivo. En un proceso que denominan de “supervisión”, los técnicos del Fondo tratan de tener un constante y fluido diálogo con los países miembros. De esta forma, están al corriente de sus decisiones en materia política y económica y pueden prever sus consecuencias y el impacto sobre otros países. Esta tarea se presenta imprescindible porque, al vivir en un mundo globalizado, no hay que perder de vista las actuaciones ajenas, que afectan a todos. Como no es un banco de desarrollo, el Fondo no financia proyectos específicos, sino asuntos más generales, como préstamos para restablecer la balanza de pagos de un país en crisis o ayudas para estabilizar una moneda. Los préstamos económicos del Fondo tienen que ser devueltos íntegramente y con la tasa de interés correspondiente que, en la actualidad, está alrededor del 2,3 por ciento. Sólo las prestaciones a países de pequeños ingresos están sujetos a un interés más bajo, en torno al 0,5 por ciento. El Fondo está especialmente comprometido con las naciones pobres, por eso actúa de la mano del Banco Mundial. Ambas instituciones están integradas por los mismos miembros y tienen la misma finalidad, pero sus formas de actuación son diferentes. El FMI controla lo relacionado con la salud del sistema financiero y el BM con el desarrollo de los países, sobre todo los menos desarrollados. De forma conjunta, han elaborado una iniciativa para ayudar a los países pobres que estén muy endeudados. Pero no ha sido vista como una gran solución, y han sido muchas las críticas: precisamente los países con deudas son los más pobres y, por ende, necesitan seguir dependiendo de la ayuda externa para subsistir. El FMI obtiene el dinero de los países miembros, que tienen que pagar una cuota en función de su presencia en la economía mundial. Esta misma cuantía otorga al país más o menos votos en el consejo de administración.