ANÁLISIS DE LA SEMANA
Dependencia
Por Almudena Hernández2 min
Sociedad18-04-2004
El de al lado, ese ser muchas veces invisible, puede ser nuestra tabla se salvación, nuestro mejor amigo por encontrar, nuestro ídolo por descubrir, nuestro maestro, nuestro confidente y confesor. Si no nos acercamos al de al lado, quizás hayamos perdido la única oportunidad de conocer al hombre de nuestra vida. Pero miramos a un punto inexistente en el autobús, en el parque, en cualquier lugar, y seguimos a lo nuestro. Caminamos por nuestra vida sin querer darnos cuenta de que depende del otro, también del desconocido. Nuestra vida no sólo de la madre que hace la comida, del padre que nos la paga, del hermano que te ayuda a hacer la cama, del amigo que escucha tus problemas o del maestro que te enseña a desplegar las alas. Nuestra vida depende de muchos, aunque seguramente que los más cercanos siempre seguirán cerca. La vida es sinónimo de dependencia. Y de fe, de fe en el otro, porque después de necesitarnos unos a otros, nos debemos confianza. Miles de personas padecen una enfermedad que les limita el movimiento, muchos de ellos no tienen a nadie que les ayude a llevarse una cucharada de fideos a la boca. Miles de personas confían en que los médicos busquen mejores formas de vivir saludables para los enfermos sin solución conocida. Mientras, miles de personas se creen médicos de sí mismos, escuchan lo que quieren oír; lo que les da la razón para hacer el mínimo esfuerzo, para llegar a su meta por el camino más corto, el más tramposo, sin valorar al otro, del que dependen. Y muchas, muchísimas veces, no llegan a la meta. Y no saben que así acaban dependiendo más, que la dependencia se hace más grande, sin libertad; sin humanidad. La solución a la gordura no es no comer. La solución a los problemas no consiste en evadirse de ellos. Menos, evadirse con drogas. Lo que más cuesta puede ser muy barato para los ricos porque vivir es cuestión de dependencia.
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Almudena Hernández
Doctora en Periodismo
Diez años en información social
Las personas, por encima de todo