CONTROL DE RADIACIONES
La Coruña regulará la instalación y el funcionamiento de sus antenas
Por Berta Barona
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Sociedad07-04-2004
El Ayuntamiento de La Coruña ha aprobado una ordenanza que controlará las antenas de telefonía móvil y de telecomunicaciones de la provincia gallega. Las exigencias más importantes son las relativas a la salud de los ciudadanos y al medio ambiente. Afectarán tanto a las infraestructuras ya instaladas como a las que vayan a instalarse a partir de ahora.
Las antenas de telefonía deberán situarse a al menos 100 metros de distancia de los centros sensibles, como colegios o centros sanitarios. Las que ya están en funcionamiento y no cumplen con esta norma serán trasladadas a otros lugares, a no ser que reduzcan la emisión de radiaciones en un 25 por ciento. Asimismo, se prohíbe que estén situadas sobre espacios sensibles y que éstos coincidan con su dirección de máxima. La normativa también exige que las antenas sean adaptadas al medio ambiente de forma que el impacto visual sea mínimo. En ocasiones deberán llevarse a cabo técnicas de mimetización para ocultarlas. Es el caso de las que se coloquen en zonas del Plan Especial de Protección y Reforma Interior de la Ciudad Vieja y Pescadería (PEPRI), como fachadas marítimas, edificios con protección estructural o ambiental o suelo rústico. Antes deberá acreditarse que no se puede hacer la instalación en otro sitio. La ordenanza prohíbe expresamente ubicar antenas en varios lugares: el Castro de Elviña, el Castro de Nostián, la Torre de Hércules, el parque de Santa Margarita y el Petroglifo de Punta Herminia. Tampoco permite en ningún caso colocar en las antenas anagramas visibles de carácter publicitario. Para conseguir las licencias, las compañías deberán presentar varios documentos. Entre otros: copia del proyecto presentado ante el Ministerio de Ciencia y Tecnología, copia de los estudios y certificados sobre niveles de exposición radioeléctrica, estudio de impacto visual y estudio acústico. También tendrán que presentar la documentación de las infraestructuras ya instaladas. La ordenanza les exige, además, compartir emplazamiento en todos los casos en que sea técnica, jurídica y medioambientalmente posible.