ANÁLISIS DE LA SEMANA
La meta
Por Almudena Hernández1 min
Sociedad11-04-2004
Está en uno mismo. La meta está en las ganas que se pongan para iniciar el camino. Está en levantarse después de cada caída con ánimos nuevos, con la sonrisa fresca y los ojos limpios. La meta reside en no mirar atrás pero aprender de los tropiezos del camino andando con paso firme y observando el horizonte siempre con atención. Y hacerlo sin mirarse los rasguños de la última caída, ni de la anterior. En la próxima curva puede surgir el imprevisto que cambie la vida del piloto, la del acompañante o la del peatón que buscaba margaritas en el arcén de la carretera. En la próxima curva puede surgir el imprevisto que nadie quiere ni espera y la trunque o la ponga fin. Y no se pueda alcanzar nunca. Así no se podrá alcanzar nunca la meta. La meta de un enfermo de sida está quizás en curarse. Si quiere. Si puede. Si le dejan. Si le ayudan. Si hay justicia. Su meta será posible si su vida vale más que el negocio de los medicamentos que necesita para mantenerla dignamente. La meta de un atracador reside posiblemente en salir de rositas de la peripecia. Pero la meta de la Policía es cortarle las alas al delito. En lo alto también hay metas y vuelan. Pululan en el aire. La de las antenas es hacer volar la información sin volar las cabezas, transmitir datos, noticias y buenas noticias, cifras, comentarios y mensajes de amor y paz. La meta más fácilmente complicada está en amarse a uno mismo para alcanzar la meta del camino más largo del Amor. Acaba de sonar el pistoletazo de salida.
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Almudena Hernández
Doctora en Periodismo
Diez años en información social
Las personas, por encima de todo