SIN CONCESIONES
El predicador
Por Pablo A. Iglesias
2 min
Opinión16-02-2004
Acierta Aznar al abroncar a Rajoy. Hace falta más fuerza, más ambición y más entusiasmo en el Partido Popular. El candidato y líder del PP denota hace tiempo una falta de liderazgo. No es que no sea buen gestor. Tampoco es que pueda ser mal presidente. Todo lo contrario. Pero deja mucho que desear como candidato. Lo digo yo, pero lo piensan también algunos dirigentes populares y varios expertos en la materia. Rajoy es un político culto y muy inteligente. Pero es también un orador de bajo perfil, poco convincente y nada ilusionante. Quien dude o no lo crea, que acuda a un mitin del Partido Popular. Sólo a uno. Saldrá reconfortado y con ganas de votar... ¡a Zapatero! Rajoy no es más que un predicador. Reprende agriamente al PSOE por sus errores. Intenta persuadir a los ciudadanos para que le voten. Y alaba la gestión de Aznar. Todo eso es predicar. Lo de Rajoy no son los discursos. Le fallan las formas. Tampoco Aznar es un virtuoso de la oratoria y, sin embargo, parece un experto a lado del predicador. Poco o nada ha debido de aprender en las clases de telegenia. Carece de persuasión y elocuencia. Se limita a leer el papel que le escriben y a improvisar un par de críticas a Zapatero. Así cada día. Rajoy lleva cinco meses jugando a no hacer nada. Le falta carisma. Está rodeado de un gran equipo humano que le ha preparado un buen programa electoral. Él trata ahora de explicar al detalle esas propuestas. Pero no ha hecho más. Rehuye el contacto con la prensa, no comparece en rueda de prensa, evita las reuniones con sus propios compañeros de partido mientras pasa horas y horas muertas sentado en el despacho. Así no se ganan las elecciones. Menos mal que Aznar, que de esto sabe mucho, se ha dado cuenta.
Seguir a @PabloAIglesias
Pablo A. Iglesias
Fundador de LaSemana.es
Doctor en Periodismo
Director de Información y Contenidos en Servimedia
Profesor de Redacción Periodística de la UFV
Colaborador de Cadena Cope en La Tarde con Ángel Expósito