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ANÁLISIS DE LA SEMANA

Centralistas desintegradores

Fotografía

Por Amalia CasadoTiempo de lectura2 min
España11-01-2004

Hay dos personas en el comité de notables que Zapatero ha creado para asesorarle en la ya inminente campaña electoral cuya opinión sincera respecto al secretario general socialista y su plan de Gobierno sería interesante saber. Uno de ellos, padre de la Constitución, Don Gregorio Peces Barba, rector de la Universidad Carlos III que, a pesar de ser una universidad pública, un alto porcentaje de españoles piensa que es una universidad privada. La otra persona en José Bono, presidente de Castilla La Mancha, a quienes muchos ven ya tomando posiciones en la línea de salida para el relevo de José Luis Rodríguez Zapatero, que muchos preconizan como la solución a un posible nuevo fracaso electoral el próximo 14 de marzo. Decir “opinión sincera” es exactamente eso: sincera, a corazón abierto, y no una declaración de intenciones diplomática o interesada en pos de algún interés o consecuencia de algún temor. Del primero, porque es padre de la Constitución, además de hombre culto y erudito, y rector de una Universidad que, curiosamente, está altamente centralizada en su persona. Gregorio Peces Barba decide y gobierna su universidad. Es un proyecto personalista, y mantiene una identidad propia y marcadísima. Un hombre que centraliza el poder en su más querido proyecto personal parece contradictorio que vaya a apoyar un proceso de desintegración de ciertos elementos centralizadores que en España hacen posible seguir hablando de identidad, aunque no constituyan la base, la esencia ni el fundamento de ésta. De José Bono, tres cuartas partes de lo mismo: un hombre que, según se dice, padece insomnio y dedica cientos de horas a saberse los nombres de todos los pueblos de la Comunidad que gobierna, las vidas de sus conciudadanos y que centraliza en sí mismo la imagen de una tierra a la que, a pesar de su sólido y reconocido carisma, mantiene a la cola de las Comunidades Autónomas en lo que a desarrollo y progreso se refiere. La idea del comité de notables es interesante. El PSOE y Zapatero –y España- necesitan, sin duda, el asesoramiento de personas capacitadas y serias que encarrilen el presente y futuro del principal partido de la oposición. Pero la incoherencia en el seno de este partido extrañan, generan sospecha y, sobre todo, inseguridad. La España que dejaron en herencia sus antecesores y que recibió en sus manos Aznar como patata caliente es hoy una España que debe hacer frente a difíciles retos que la harán crecer o la llevarán a la destrucción, pero es una España fortalecida económicamente, considerada en los foros internacionales y que ha recuperado la estima y coherencia morales en muchos aspectos que habían sido olvidados. El 14 de marzo, el pueblo decidirá quién puede seguir capitaneando esta nave sin que se desmembre y sin que pierda el rumbo.

Fotografía de Amalia Casado

Amalia Casado

Licenciada en CC. Políticas y Periodismo

Máster en Filosofía y Humanidades

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