Nuevas discrepancias entre el FMI y Argentina
El Gobierno argentino ha asegurado que está haciendo los deberes impuestos por el FMI. Sin embargo, el organismo multilateral lo ha puesto en duda y está sometiendo al país andino a una profunda revisión que todavía no ha concluido. Un cruce de opiniones que podría enfrentar de nuevo al Ejecutivo del país con el Fondo justo en el momento en el que la Argentina empieza a levantar cabeza.
El Fondo Monetario tiene claro que su espíritu navideño de solidaridad ya lo agotó en septiembre y no está dispuesto a más. Al menos con Argentina. El país andino, por su parte, tampoco puede quejarse. El mes citado logró que el organismo oficial le diera un plazo de tres años para saldar su enorme deuda externa..
Tres meses después, tal y como estaba previsto -aunque sin concretar fechas-, el Fondo ha empezado a revisar la efectividad de las medidas exigidas a Argentina. El FMI considera que las metas no están cumplidas, aunque el portavoz Thomas Dawson ha asegurado que todavía no ha concluido el proceso de revisión de los esfuerzos hechos por Argentina en el marco de la reestructuración de la deuda pública con sus acreedores, que supera los 81.000 millones de dólares.
Pero pese a no saberse aún la opinión del Fondo en el asunto de los acreedores, es el tema que más polémica está suscitando. El Fondo ha reiterado que los asuntos a tratar con Argentina no son sólo los relacionados con las deudas. El Gobierno Argentino cree que la disconformidad del Fondo proviene de un grupo de acreedores de Wall Street que está influyendo al FMI para que éste, a su vez, presione a Argentina para que efectúe las devoluciones lo antes posible. Hasta que no se hagan públicos los resultados de la revisión del FMI, la tensión de éste con Argentina seguirá, con o sin Navidad, presente.
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