BOLIVIA
El Banco Mundial, dispuesto a financiar el proyecto boliviano de exportación de gas
Por Eva Pozueco Turabián
1 min
Internacional26-10-2003
El presidente boliviano, Gonzalo Sánchez de Lozada, veía como el cargo se le escapaba de las manos la semana pasada. El proyecto que propone la exportación de gas natural desde Bolivia hasta EE.UU. y México desencadenó una revuelta civil.
El Banco Mundial decidió la semana pasada financiar el proyecto de exportación de gas boliviano. El brazo financiero del banco para el sector privado, la Corporación Financiera Internacional, sería quien pondría el dinero para construir el gasoducto, así como una estación para la licuefacción del producto. El gobierno tiene la última palabra, pero sabe que tiene que andar con pies de plomo. El ex vicepresidente del país, Carlos Mesa, presidente tras el cese de Sánchez de Lozada, sabe que tiene un delicado asunto entre manos. Ahora dispone de 90 días de tregua concedida por los gremios que levantaron la revuelta para negociar con todas las partes y tomar una decisión que contente a todos. Tarea difícil porque la situación se ha cobrado ya 70 vidas en el tiempo que duró la huelga de hambre y revueltas multitudinarias. La explicación del descontento popular es sencilla: para llevar a cabo el proyecto, Bolivia debería aceptar la colaboración de Chile, país con el que mantiene una gran rivalidad. El gasoducto debe pasar por un puerto chileno, por ser la opción más barata, pero los bolivianos no olvidan la guerra de 1879, donde perdieron su acceso al mar y, por lo tanto, una puerta abierta al comercio exterior. Además, los bolivianos no aprueban que las multinacionales se beneficien de sus recursos nacionales, que les abastecerían de gas durante más de 1.000 años. Bolivia es el segundo país sudamericano, más rico en reservas de gas natural. Las autoridades de Bolivia han visto un filón en el proyecto que les ha propuesto el consorcio formado por Repsol YPF, British Gas y Panamerican Energy. El dinero que aportaría la realización del proyecto es, a ojos del Gobierno, la única solución a corto plazo para paliar la crisis económica que asola el país.