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La crisis del 11-S aún planea sobre las aerolíneas

Por Gema DiegoTiempo de lectura1 min
Economía25-06-2003

Las compañías aéreas siguen sufriendo casi dos años después el impacto de los atentados del 11-S. El descenso de la demanda de viajes en avión ha llevado a la holandesa KLM Royal Dutch y a la suiza Swiss International Air Lines a plantearse importantes recortes de plantilla y de flota.

En el caso de KLM, que ya había anunciado que iba a despedir a 3.000 personas antes de marzo del año que viene, los afectados serán otros 1.500 empleados cuyo puesto en la empresa peligra en función de cómo vayan “varios negocios”, según ha anunciado el portavoz de KLM, Hugo Baas. Si la aerolínea holandesa despidiera finalmente a 4.500 trabajadores, su plantilla se vería reducida nada menos que en un 13 por ciento. KLM está dispuesta a pagar este elevado coste social para hacer frente a una crisis que la ha llevado a perder 416 millones de euros en el último año fiscal. De hecho, su valor de capitalización bursátil, cercano a los 400 millones de euros, no da ni para adquirir dos de los aviones Boeing más grandes de su flota. Por su parte, Swiss International no se queda atrás con sus cifras de pérdidas. Cada día, la compañía aérea suiza se desprende de casi dos millones de francos suizos (alrededor de 1,5 millones de dólares), y ya había emprendido varias reformas, en un intento de ahorrar 500 millones de francos suizos antes de que acabe el 2003. Sin embargo, sus pretensiones de austeridad sufrieron un revés cuando, hace dos semanas, debió volver a contratar a 169 pilotos que había despedido. Ahora, sus planes se dirigen a recortar 3.500 puestos de trabajo y dejar en tierra 37 aviones, lo que supone deshacerse de un tercio de su plantilla. Como señalaba un operador holandés, es mejor que las aerolíneas se pongan a parchear sus agujeros para salir de la crisis lo antes posible que quedarse “esperando a ver qué va a pasar”.

Fotografía de Gema Diego