Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

ANÁLISIS DE LA SEMANA

Que te voten por decir “No a la guerra”

Fotografía

Por Amalia CasadoTiempo de lectura2 min
España20-04-2003

Es una conquista sin igual la de que uno pueda expresar sus opiniones sin temor a represiones o a persecución. Es una conquista de la cultura occidental que se ha plasmado en los sistemas políticos democráticos: los ordenamientos jurídicos garantizan unos derechos y libertades, obligan a los poderes a respetarlos y a la Justicia a restituirlos cuando hayan sido vulnerados. Quienes aún apoyan a José María Aznar y al Partido Popular guardan silencio por temor a ser señalados y acusados de ser cómplices de asesinato. Quizás por eso, José María Aznar ha tomado las riendas de la campaña electoral para explicar, allá donde acuda la caravana del PP, los éxitos y logros de su partido. Probablemente pretende reforzar la autoestima de sus votantes, ahuyentar los fantasmas de los complejos e invitar a sus seguidores a esgrimir argumentos contra quienes olvidan los éxitos de una trayectoria política que ha llevado a España a ser la novena potencia mundial. En la política interior, la discutidísima Ley de Partidos por la que tanto ha apostado el Gobierno se pone a prueba también en estas elecciones, y su eficacia podrá medirse cuando se decida qué pasará con los herederos de Batasuna, agrupados ahora bajo las siglas AuB (Autodeterminaziorako Bilgunea). Nunca se había generado en España un marco legal que permitiera poner las cosas tan en su sitio: a ETA entre la espada y la pared, a su brazo político en manos de la Justicia y a sus sutiles compañeros en el camino de la independencia –es decir, al PNV- tan obligados a optar por un camino u otro. El plan de Juan José Ibarretxe par convertir el País Vasco en una nación libre asociada al Estado español –que quiere presentar en el Parlamento vasco el próximo mes de septiembre- permitirá poner sobre la mesa una vez más las relaciones e intereses comunes entre PNV y abertzales radicales. Se puede estar de acuerdo o no con la política del Partido Popular, pero esto es posible porque el ciudadano conoce el proyecto del Partido Popular. El partido Socialista, sin embargo, ha tenido a todas sus supuestas cabezas pensantes y lenguas hablantes al servicio del discurso contra Aznar y su posición en la guerra contra Sadam, y no ha tenido tiempo de preparar el programa electoral. No parece ser prioritario para el PSOE qué ofrecer a los españoles en los próximos comicios: si un “No a la guerra” es suficiente para convencer, ¿Por qué perder el tiempo? Qué vaya a ser del Estado de las Autonomías, si se apoyará la independencia del País Vasco, las reivindicaciones federalistas de Pasqual Maragall... No dejar clara la posición de un partido ante cosas tan serias y pedir el voto de los electores por haber gritado “No a la guerra” es abusar de los ciudadanos, insultarles a la cara. Debería convocarse una manifestación masiva en contra de que un partido pretenda hacerse con el poder sin tener un proyecto para España sobre el que los ciudadanos puedan decidir su voto.

Fotografía de Amalia Casado

Amalia Casado

Licenciada en CC. Políticas y Periodismo

Máster en Filosofía y Humanidades

Buscadora de #cosasbonitasquecambianelmundo