ANÁLISIS DE LA SEMANA
Merece la pena
Por Almudena Hernández
2 min
Sociedad16-04-2003
La vida merece la pena. Un periodista debe creérselo siempre, cada vez que la palpa y que la cuenta. Más aún cuando el interlocutor -protagonista de una entrevista tan temida como deseada- se la juega ochenta tardes al año y afirma mirando a los ojos que vivir es tan bello como complicado, que exige sacrificios, libertad y sinceridad. Puede parecer que el entrevistado es un iluso. Pero en cómo lo dice está la clave. Hay ciertas cosas que deben decirse a las claras. Con la verdad y la mirada desnudas, el entrevistado -con ansias de mito pero de carne y hueso al fin- dice también que está enamorado de su profesión. Que es un romántico. Y que es feliz. ¿Qué más se puede pedir? Que se lo crea el lector, pues la vida merece la pena. Sería trágico que no fuese feliz quien formula las preguntas. Y terrible, que quien lee las cuestiones y las respuestas dadas no creyese en la sinceridad de ambos, del que prengunta y del que contesta. El periodista también divaga y sueña. No es habitual conocer a personas que miren a los ojos. Menos común es que desnuden la verdad desde las alturas. Gracias a Dios todavía existen románticos reconocidos, defensores de causas pobres, enamorados de la utopía en este mundo de raros, llámense como se llamen, hagan lo que hagan, pero que intenten ayudar al vecino sin teatro. Gracias a Dios, parece que siempre habrá locos maravillosos, lunáticos de esos que hacen lo que tienen que hacer y que sienten lo que hacen. Por todo ello y por todos ellos, la vida merece la pena. Y al que lee estas líneas, a todos los leyeron las primeras que se publicaron en este periódico, habría que darles las gracias. Ya son 300 los paseíllos que ha hecho este equipo de redacción en el ruedo de la actualidad, al fin y al cabo, lo que hay que contar del día a día, de la vida. Algo tan inmenso por lo que merece la pena seguir buscando interlocutores con la mirada limpia y la verdad en la boca. Gracias por creer en los sueños de un grupo de periodistas románticos. En las dificultades surgen las grandes oportunidades. El camino ha sido y es complicado. Haber llegado aquí y poder contarlo ha merecido la pena.
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Almudena Hernández
Doctora en Periodismo
Diez años en información social
Las personas, por encima de todo