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ANÁLISIS DE LA SEMANA

Sobre lo nuestro

Fotografía

Por Amalia CasadoTiempo de lectura3 min
España12-01-2003

Ha sido una de las noticias más sonadas esta semana: que ha dado el paso, que acepta la mano tendida de Alberto Ruiz-Gallardón para asumir su misión en la política. Al dicho que reconfortaba a algunas mujeres de que detrás de todo gran hombre encontrarás a una gran mujer habrá que ponerle una coletilla dentro de no mucho tiempo. Es agradable descubrir que muchas de esas mujeres, columnas de las carreras políticas o empresariales de sus maridos o compañeros, deciden –oportunamente- que también a ellas les ha llegado el momento. Ciertamente: no hay tal batalla de los sexos. El mundo es una misión compartida de todos, sin distinciones más allá de las necesarias. Ana Botella ha aceptado un espacio en la política con dos características muy especiales: las distancias cortas de la Política municipal, como explica Raúl Romero en su crónica; y las inquietudes sociales, las de los más desfavorecidos. Ana Botella había mostrado su sensibilidad en múltiples ocasiones, y que pocas cosas le amedrentan cuando de colaborar en labores solidarias se refiere. Sin ir más lejos, este pasado año 2002, Ana Botella asistió a la inauguración de la feria de ONG's más grande de España, Voluntarios, organizada por la Fundación Iuve, a pesar de que hace unos años, en semejante ocasión, un grupo de jóvenes la abucheó en su visita al mismo evento. Ella, con su carácter social y una personalísima simpatía, resulta cercana, y demostró que no se bloquea. Y la naturalidad es, a la vez, amable y desafiante. Que al Partido Popular le ha venido estupendamente esta nota de color en la pre pre pre campaña electoral es cierto. Las elucubraciones acerca de cuál será la estrategia escondida de Alberto Ruiz-Gallardón al proponerla como número dos de su lista son otro cantar. Hay opiniones para todo, de la misma manera que nadie se pone de acuerdo sobre la repercusión en número de votos que tendrá la presencia de este rostro en próximos mítines electorales. Ana Botella, en lo que a programa se refiere, ha demostrado que llega con ganas de cambiar el mundo, de trabajar por los demás y, especialmente, por los más desfavorecidos. Buenas causas, sin duda alguna. Y encima, su marido la apoya y la anima. Al PSOE se le revuelven las tripas mientras tanto pensando que para dar a conocer a su candidata a la Alcaldía de Madrid, Trinidad Jiménez, tuvo que recurrir a una de las más feas estrategias que se pueda diseñar: montar un escándalo y generar polémica acerca de una americana de cuero negro supuestamente demasiado sexy, y que resultó bastante menos de lo que hubiera podido imaginarse alguien que no hubiera visto ya el cartel electoral. Tampoco le están saliendo bien las cosas en la trinchera gallega, con el escándalo de Nunca Mais y los destinos de las ayudas que han recibido. Ciertamente, y al parecer, jamás hizo público esta plataforma, que se había erigido como representante de la capacidad de la sociedad para organizarse en casos de emergencia y de volcarse generosamente, que las ayudas económicas fueran a destinarse a los marineros y familias afectadas por el vertido. Habrá que investigar y descubrir cómo toda la sociedad española pudo imaginarse lo contrario. Como mínimo, Nunca Mais ha cometido el error ético de aprovecharse de la confusión y de no aclararla. Aunque habrá que demostrarlo –y pruebas parece haber- no deja de ser razonable que, si no el BNG oficialmente, sí de alguna manera oscura y no reconocida, ande detrás, aprovechando la generosidad de los ciudadanos en beneficio de sus intereses políticos. De momento, e incidiendo en la presencia de las mujeres en la política, una declaración de Ignasi Carreras, director general de Intermon Oxfam a La Vanguardia: “Cuando las mujeres ocupen el lugar que les corresponde, el mundo será mucho mejor. Nosotros somos mucho menos solidarios que vosotras”. Y a esta declaración, uno de los objetivos de Ana Botella para la política de igualdad entre hombres y mujeres: “Conseguir un mundo en el que no hablemos de lo mío ni lo tuyo, sino de lo nuestro”.

Fotografía de Amalia Casado

Amalia Casado

Licenciada en CC. Políticas y Periodismo

Máster en Filosofía y Humanidades

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