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ANÁLISIS DE INTERNACIONAL

Daño a Venezuela

Fotografía

Por Isaac Á. CalvoTiempo de lectura2 min
Internacional29-01-2018

Hacía tiempo que Venezuela no acaparaba la actualidad informativa. Sin embargo, esto no significa que todos los problemas políticos, económicos y sociales que sufren los venezolanos se hubieran solucionado.

Las sanciones impuestas por la Unión Europea contra altos dirigentes del Gobierno de Nicolás Maduro, por la represión a la oposición, están haciendo daño al régimen chavista. Así se desprende de la reacción que han tenido los sancionados, que han montado en cólera y dicen que no se trata de un castigo personal, sino que este afecta a toda Venezuela. Una vez más, los gobernantes se envuelven en el nacionalismo y se arrogan un derecho de representación general, cuando realmente es solo de unos pocos, e interesado.

Aun así, crear un enemigo exterior es algo que da ciertos resultados en este tipo de sistemas políticos, ya que sirve para aunar el sentimiento nacionalista de los seguidores del régimen. Por tanto, el Gobierno de Maduro no tiene ningún tipo de reparo en culpar a Estados Unidos, a Colombia, a la Unión Europea y a España de todos sus males, cuando realmente son sus políticas y su nefasta gestión las que están llevando la pobreza a Venezuela.

Uno de los últimos casos que ejemplifica esta situación es la expulsión del embajador de España en Venezuela, como represalia a las injerencias que presuntamente hace el Ejecutivo español en suelo venezolano. Es una forma más de desviar la atención y de servir de acicate para los chavistas, más ahora que Nicolás Maduro ha decidido convocar elecciones cuanto antes y necesita que sus seguidores estén activos y alentados para mantenerse en el poder.

Sin embargo, aunque esta política le otorguen réditos a sus intereses personales y partidistas, realmente no supone una solución al problema que sufre gran parte de la población venezolana. Más bien, lo que está haciendo es ahondar en la división, en la crispación y en el empeoramiento de toda la situación.

Posiblemente, las sanciones internacionales tampoco resuelvan la encrucijada de Venezuela, pero sí son un toque de atención para intentar reconducir la deriva del país hacia el enfrentamiento civil. La población venezolana ya está lo suficientemente castigada como para que Gobierno y oposición (apoyados por algún mediador) no busquen, de verdad, un entendimiento que haga reflotar a un país rico en recursos naturales y con un enorme potencial.

Fotografía de Isaac Á. Calvo

Isaac Á. Calvo

Licenciado en Periodismo

Máster en Relaciones Internacionales y Comunicación

Editor del Grupo AGD