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ANÁLISIS DE INTERNACIONAL

Esta vez, ha habido suerte

Fotografía

Por Isaac Á. CalvoTiempo de lectura2 min
Internacional18-12-2017

Esta vez, ha habido suerte. El terrorista que intentó hacer explotar la bomba que llevaba no consiguió su objetivo mortal. El sitio elegido era tan estratégico como la estación neoyorquina de metro de Times Square, una de las más concurridas.

El objetivo, una vez más, era provocar una carnicería entre civiles y sembrar el miedo y el caos en un lugar tan emblemático como Nueva York. No hace muchas semanas, esta ciudad ya sufrió el ataque por parte de una persona que arrolló con una furgoneta a decenas de viandantes.

Ahora, el método elegido fue una bomba de fabricación casera. Afortunadamente, el dispositivo falló y todo se quedó en un susto, pero demuestra la facilidad con la que se consiguen tutoriales en Internet y se obtienen los materiales, de uso común, para confeccionar un explosivo lo suficientemente potente como para matar a muchas personas.

Lamentablemente, este intento de atentado vuelve a mostrar la fragilidad del ser humano y lo expuesto que está ante cualquier persona que quiera hacer el mal, ya sea mediante el uso de una bomba, de un cuchillo, de una furgoneta... matar es muy fácil y sembrar el miedo, aún más.

En sucesos como el de Nueva York, es evidente que el ataque no se ha culminado, pero muchos se sorprenderían al saber cuántos atentados han sido frustrados por parte de los servicios de inteligencia y las fuerzas de seguridad. En situaciones como estas, es mejor vivir en la ignorancia, porque si ya la población ha dejado de estar tranquila en espacios donde hay grandes aglomeraciones, mercadillos, conciertos, lugares de ocio, zonas peatonales... de ser conscientes de la cifra anterior, muchos no saldrían de casa.

Aun así, conviene recordar que es imposible garantizar la seguridad total, ni siquiera estando en la comodidad del hogar. Dejar de hacer cosas por miedo a los terroristas supone una pequeña victoria para los criminales. Realmente, no se sabe cuándo va a aparecer la muerte, ni en qué lugar, ni en qué circunstancias, por lo que lo mejor es seguir disfrutando de los buenos momentos que ofrece la vida y tener la conciencia tranquila para cuando llegue la hora.

Fotografía de Isaac Á. Calvo

Isaac Á. Calvo

Licenciado en Periodismo

Máster en Relaciones Internacionales y Comunicación

Editor del Grupo AGD