ANÁLISIS DE INTERNACIONAL
Protección contra la desprotección
Por Isaac Á. Calvo
2 min
Internacional18-09-2017
España es, en líneas generales, un país seguro. Las Fuerzas de Seguridad son eficientes tanto en su labor de prevención como en la de investigación. Pero, ¿quién protege a quienes cuidan de los ciudadanos?
El asesinato del subinspector del Cuerpo Nacional de Policía Blas Gálvez ha vuelto a poner de relieve la importante labor que desarrollan los agentes y la desprotección que sufren. Gálvez fue apuñalado por una persona a la que investigaban por haber, presuntamente, descuartizado a un hombre y arrojado sus restos a la basura, dentro de una maleta. Cuando el policía le pidió al sospechoso la documentación recibió varias cuchilladas que acabaron con su vida.
Los Fuerzas de Seguridad sufren de falta de medios, de bajos salarios y, lo que es peor, de indiferencia política en el día a día. Muchas de las leyes que se aplican no solo parece que benefician al delincuente, sino que, además, suponen quebraderos de cabeza para los agentes en determinados casos.
No se entiende que haya personas que son detenidas decenas de veces y que a las pocas horas estén en libertad y vuelvan a delinquir. No se comprende que los policías tengan miedo de usar la fuerza o desenfundar su arma, incluso cuando su vida está en peligro. No lo hacen porque pueden ser denunciados por el criminal y sufrir un proceso judicial en el que se juzga si el agente usó medios proporcionales para repeler la agresión que estaba sufriendo.
Ambos hechos, que generan sensación de inseguridad e injusticia en la población y de frustración e impotencia entre los policías, son impensables en otros países de la Unión Europea y aún más en Estados Unidos.
Evidentemente, cuando se producen excesos documentados y acreditados se deben depurar responsabilidades. Afortunadamente, los casos de abusos policiales en España son mínimos y por eso los miembros de las Fuerzas de Seguridad deberían tener más reconocimiento a su labor, más medios y mayores garantías jurídicas cuando quienes los denuncian son presuntos delincuentes.
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Isaac Á. Calvo
Licenciado en Periodismo
Máster en Relaciones Internacionales y Comunicación
Editor del Grupo AGD