Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

ANÁLISIS DE ESPAÑA

Los suicidios en prensa

Fotografía

Por Alejandro RequeijoTiempo de lectura2 min
España24-07-2017

Es una norma no escrita en las redacciones. Prohibido informar de suicidios y de avisos de bomba falsos. Según te decían al llegar, lo de no informar cuando alguien se quitaba la vida era porque podía generarse un efecto llamada. Si alguien se tiraba a la vía del tren y colapsaba durante horas el servicio, no se contaba. O no se contaba la causa, lo cual no deja ser una parte fundamental de la noticia. Lo de no informar de avisos de bomba falsos es básicamente porque hay varios todos los días y contarlos puede generar una alarma innecesaria y dar pie al efecto de ‘Pedro y el lobo”: si cuando hay aviso de bomba, nunca pasa nada, el día que sí sea cierto y la Policía inste a desalojar un lugar, nadie va a hacer caso. Sobre esto último, ahora las redes sociales dificultan mucho controlar lo que no se publica y si la Policía monta un dispositivo preventivo, aunque luego no sea nada, la actuación corre por las redes sociales. Es otro de los riesgos del mal llamado periodismo ciudadano.

Está menos clara la razón por la que no se debe informar de suicidios ya que, como se ha visto con la muerte de Blesa, sí que se difunde cuando afecta a algún famoso. En ese caso, el efecto llamada no se tiene en cuenta a pesar de que la repercusión mediática es mayor. ¿Está demostrado científicamente el riesgo de que publicar un suicidio pueda dar lugar a más casos? ¿Tiene algo que ver la tradición cristiana en la que el suicidio no es una opción? ¿Se debe respetar la intimidad del fallecido y su familia? ¿Mantener el tabú estigmatiza al entorno del finado? En la genial película alemana ‘La vida de los otros’ un grupo de disidentes de la RDA se la juega para dar a conocer el auge de suicidios y con ello poner en cuestión el pretendido paraíso comunista. Y es cierto que la cifra de suicidios puede ser un termómetro para medir el Estado de ánimo de una sociedad y el periodismo no debería quedarse al margen. Si los casos se disparan o se reducen de forma notoria es porque algo pasa y sería relevante. La muerte de Blesa ha reabierto un debate pendiente que merece ser revisado.

Fotografía de Alejandro Requeijo

Alejandro Requeijo

Licenciado en Periodismo

Escribo en LaSemana.es desde 2003

Redactor de El Español

Especialista en Seguridad y Terrorismo

He trabajado en Europa Press, EFE y Somos Radio