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ANÁLISIS DE CULTURA

Mirar hacia otro lado

Fotografía

Por Marta G. Bruno Tiempo de lectura3 min
Cultura12-06-2017

Antes de escribir esta columna la periodista ha tecleado en su ordenador trasnochado Twitter. En realidad hace tiempo que esta red social dejó de tener ese punto de unión entre aquellos que querían expresar su opinión y compartirla con otros. Hoy se ha convertido en un medio de medios, que tampoco está mal. Aséptico. Correcto. Y ya. Alguno que otro se pasó de listo y pagan justos por pecadores. La tecnología nos ha pillado muy verdes y sin padres tuiteros que nos tutelen. O pensamos que no los necesitábamos. Algunos si lo necesitan. Entro en la red social. El hashtag más repetido es #MirarHaciaOtroLado. Por lo menos hay una llamada de atención a algo decente y distinto. Hasta que me doy cuenta de la intención. ¿Mirar hacia otro lado en qué sentido? ¿alguien no lo hace, incluidos los que comienzan las olas expansivas digitales?

La tecnología nos ha pillado muy verdes y sin padres tuiteros que nos tutelen
 Y una vez más se mascó la tragedia y los atentados sacaron lo mejor y peor de algunas personas. José Antonio Montano cuenta en El Español que lee más libros que periódicos. Con los años uno se da cuenta de que, sobre todo en plena crisis periodística,  los primeros nos pueden dejar muchas más enseñanzas. Fernando Savater y La tarea del héroe como próximo a reflexionar más que devorar. Porque de momento estoy comprobando que Patria de Aramburu merece los halagos. Sí. Lo hace. No defrauda.

Me gusta que hablemos bien de alguien que ha dado la vida, o efectivamente más bien se la han quitado, por alguien que tampoco tenía el derecho a perderla. Pensar en Ignacio Echeverría y se me hace un nudo en el estómago, porque no sé si haría lo mismo que él en su lugar. Seguramente no. Tampoco entiendo a otros periodistas que recurren a las comparaciones. Carmen Rigalt lo hizo con "las madres de los mártires palestinos". Dio su vida y lo hizo con el corazón de quien actúa con humildad, sin esperar nada a cambio, salvo que le arrebaten la propia vida. No creo que esperara comparaciones.

Dio su vida con humildad, sin esperar comparaciones
 Las opiniones son sanas, pero debemos entender que podemos ahondar en la llaga. En este terreno admiro a uno de los mejores articulistas vivos de este país (para muertos Umbral), y no es otro que Pedro G. Cuartango. Es la sensatez lo que más se echa de menos en este mundo, libre de egocentrismos tóxicos que dan más de un dolor de cabeza. Su prosa transmite paz y serenidad a un país que lo necesita. Volverá a escribir, y sus seguidores le esperaremos.

 Que #MirarHaciaOtroLado no sea ver la vida pasar mientras otros se aprovechan. Que sepamos que existen héroes. El derecho fundamental a la vida proviene de Roma y desde entonces y salvo algunos paréntesis infames de la historia hemos intentado entre todos salvaguardarlo. En esas seguimos.

Fotografía de Marta G. Bruno