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ANÁLISIS DE SOCIEDAD

Una noche heladora

Fotografía

Por Almudena HernándezTiempo de lectura2 min
Sociedad27-12-2016

Eran las tres y media de la mañana del 25 de diciembre. La calidez aislada del coche indicaba que la temperatura exterior era de cuatro grados en las calles de Madrid. Atrás quedaba la otra calidez, la de la cena multitudinaria en familia, la de los besos y la alegría, la del poquito de nostalgia por los que faltaron y la mucha esperanza porque cada vez hay más niños que rompen la paz en esa noche de luz.

Al otro lado del cristal, los petardos y una inusual vida nocturna aderezaban el centro de la capital y las luces emitían destellos intermitentes desde las ventanas, los portales y las barandillas de los balcones.

Otras luces iluminaban como una noche cualquiera los bajos de un puente. No era el arco del puente del portalico que se cita en el villancico popular. Pero podría serlo. Bajo él, (desde el asiento confortable de mi coche hice un cálculo rápido) una decena de cuerpos envueltos en mantas y edredones, cubiertos como cadáveres hasta la cabeza, dormían bajo el frío de una mala noche, a pesar de ser Nochebuena.

También los protagonistas de Belén debieron pasar una noche heladora hace dos milenios, como otros muchos la pasan día sí y día también en recónditos lugares del mundo.

Sin ir tan lejos, apenas doscientos metros más adelante, en un parque, decenas de jóvenes trasnochaban a la intemperie. Bebían por un motivo distinto a lo que decía el mercurio. Nochebuena de botellón. Alguno tendría que plantearse si el significado de esos dos conceptos deben ser compatibles.

Eran poco más de las tres y media de la mañana del 25 de diciembre y la calidez aislada del coche había mostrado tras sus cristales escenas navideñas de cruda realidad, pues no sólo los cuatro grados de temperatura hacen que también Nochebuena sea una noche heladora. Como dice otro villancico, donde hay dolor y mal, en un portal, llorando está...

Fotografía de Almudena Hernández

Almudena Hernández

Doctora en Periodismo

Diez años en información social

Las personas, por encima de todo