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ANÁLISIS DE INTERNACIONAL

Trump, toda una incertidumbre para EEUU y para el mundo

Fotografía

Por Isaac Á. CalvoTiempo de lectura3 min
Internacional14-11-2016

Donald Trump es, sin duda, el gran protagonista de la actualidad internacional. Además, se ha asegurado seguir siéndolo, por mucho que le pese a los que no le votaron y a numerosos líderes mundiales.

A todos ellos, no les va a quedar más remedio que lidiar con él. Trump, contra todo pronóstico, derrotó a Hillary Clinton en las elecciones presidenciales y llega a la Casa Blanca para ponerse al frente de la primera potencia del planeta y para comandar unos de los ejércitos más poderosos (con las claves de las armas atómicas).

Trump es un exitoso empresario, sin experiencia política, pero ha sabido manejar los tiempos y convertirse en el centro de atención de los medios de comunicación durante las primarias del Partido Republicano y en la campaña electoral. Periódicos, radios y televisiones se frotaban las manos cada vez que hablaba el republicano, pero realmente le servían de altavoz para difundir su mensaje.

Donald Trump no ha tenido reparos en despreciar públicamente a mujeres, musulmanes, inmigrantes... Su discurso populista, directo, contundente y provocador ha calado por no ser políticamente correcto. Además, ha azuzado algunos de los miedos primarios de parte de la población, al hablar de inmigración y relacionarla con la delincuencia y con el terrorismo, al alertar de que otros se van a apoderar del estado del bienestar y de los derechos logrados... aspectos que se han visto reforzados por los ataques terroristas en Estados Unidos y en Europa, por el incremento de la precariedad laboral y por la deslocalización de empresas estadounidenses.

Estados Unidos es mucho más que las cosmopolitas urbes asociadas al éxito y al bienestar, como Nueva York, Boston, Chicago, Los Ángeles, San Francisco, Miami... En un país tan inmenso y de enormes contrastes, también existen ciudades de tamaño medio y pequeñas poblaciones en donde los problemas cotidianos no quedan eclipsados por el brillo neoyorquino, californiano o de las playas de Miami Beach.   

Millones de estadounidenses han creído en las palabras de Trump y le han confiado su voto. Quizá no estén de acuerdo en las formas, pero sí en el fondo, o simplemente quieren explorar otra forma de hacer política. Se han cansado de escuchar las buenas palabras de siempre y quieren soluciones a las dificultades que les surgen en el día a día.

Resolver las cuestiones internas es uno de los grandes retos de Donald Trump, pero no el único. Como presidente, también va a tener que afrontar los desafíos internacionales y tomar decisiones importantes en cuestiones como la lucha contra el terrorismo, la posición en los conflictos en Siria e Irak, las relaciones con Rusia y con Cuba, el programa nuclear de Corea del Norte... Al fin y al cabo, Estados Unidos es la primera potencia del mundo y, prácticamente, todo lo que ocurre fuera de sus fronteras le afecta, directa o indirectamente.

El mandato de Donald Trump no va a ser sencillo. Muchos de los que han confiado en él se van a decepcionar cuando observen que no es la panacea que anhelan y que los cambios prometidos son más lentos de lo que esperan, si es que se producen. Realmente, por muchas ganas que tenga el presidente, es muy difícil hacer reformas radicales en las políticas estratégicas de países tan poderosos como Estados Unidos. Por si no fuera suficiente, la actitud de Trump durante la campaña electoral le ha granjeado numerosos enemigos, incluso dentro de su propio partido, una situación que puede torpedear parlamentariamente algunos de sus proyectos.

La inexperiencia política y la forma de comportarse de Donald Trump hacen que la incertidumbre le vaya a acompañar durante los primeros meses de su mandato. Su discurso para celebrar la victoria se alejó de su tono habitual, pues agradeció a su rival Hillary Clinton el servicio que había prestado al país y se mostró conciliador y dispuesto a gobernar para todos los estadounidenses.

Sin duda, es un buen punto de partida de Donald Trump. Ojalá que su estancia en la Casa Blanca y sus asesores le hagan ver la enorme responsabilidad que tiene como presidente de Estados Unidos y, por tanto, obre en consecuencia.

Fotografía de Isaac Á. Calvo

Isaac Á. Calvo

Licenciado en Periodismo

Máster en Relaciones Internacionales y Comunicación

Editor del Grupo AGD