ANÁLISIS DE INTERNACIONAL
La cuenta atrás ha comenzado
Por Isaac Á. Calvo2 min
Internacional25-07-2016
Hillary Clinton tiene tres meses de arduo trabajo antes de las elecciones del próximo mes de noviembre.
No solo se trata de que la candidata del Partido Demócrata muestre su valía y explique sus políticas. También va a tener que esforzarse para hacer ver que Donald Trump no es la mejor opción para ser el próximo presidente de Estados Unidos.
Puede parecer una tarea fácil, dada la experiencia y el carisma acumulados por Clinton a lo largo de su carrera política. Sin embargo, no es así. Trump ha conseguido hacer una campaña de primarias sobresaliente. Hace un año nadie apostaba por él y más de uno lo veía como un magnate que aspira a la Presidencia por diversión, por prestigio o por egocentrismo.
Sin embargo, a lo largo de los meses ha ido derrotando a sus contrincantes (en principio con más opciones) dentro del Partido Republicano y conseguido que su discurso sea escuchado y vaya calando entre la población.
Al principio, Trump utilizó la polémica y los mensajes racistas e incluso machistas para ser el foco de atención. Posteriormente, paso al populismo y a azuzar algunos de los miedos principales de los estadounidenses: terrorismo islamista, inseguridad en las calles, pérdida de derechos sociales ganados, inmigración masiva y descontrolada...
Estos discursos suelen sacar el lado más primario del ser humano, y si son bien utilizados pueden dar réditos electorales con muy poco esfuerzo que se haga. Aun así, hay que saber emplearlos en su justa medida y combinarlos con propuestas constructivas, porque de lo contrario se puede saturar a la opinión pública y conseguir el efecto contrario al deseado.
Hay sectores del Partido Republicano que tienen una disyuntiva: por un lado, dudan entre ser corporativistas y apoyar a Donald Trump, porque al fin y al cabo ha sido el elegido en las primarias republicanas. Por otro, (y a pesar de lo anterior) recelan de su propio candidato y piensan más en el bien de la nación que en el del partido.
La decisión que tomen al respecto y cómo induzcan el voto de sus seguidores puede afectar en el resultado final, pero lo que va a ser trascendental es el trabajo que desarrolle Hillary Clinton en los próximos 90 días. La cuenta atrás ha comenzado.
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Isaac Á. Calvo
Licenciado en Periodismo
Máster en Relaciones Internacionales y Comunicación
Editor del Grupo AGD