ANÁLISIS DE SOCIEDAD
Nos van a dar el verano
Por Almudena Hernández2 min
Sociedad11-05-2016
Los españoles bromeábamos hace medio año pronosticando sobre con qué ocurrencia navideña nos iban a sorprender los políticos para arañar votos. Pero el sentimentalismo dulzón del turrón no fue suficiente y, ante la convocatoria de las elecciones del 26-J, hemos de ponernos en lo peor: ahora nos van a dar las vacaciones de verano.
Dios nos libre de visualizar a algún candidato con un tanga de leopardo y embadurnado con bronceador vendiendo su programa como si fuese un circuito todo incluido (con el susodicho photoshopeado aspirante a gobernar en portada). Dios nos libre de haberlo visualizado y del trauma que nos puede haber provocado. La imaginación tiene esas cosas...
Lo peor del 26-J es que no está tan lejos y que somos los mismos los que tenemos que votar que quienes acudimos a las urnas en diciembre. No toda la culpa es de los políticos. Como tampoco todos los análisis de la situación política actual tienen que basarse en que los españoles hemos votado que los políticos se sienten a negociar o el fin del bipartidismo u ambas cosas.
Lo peor del 26-J es que no está tan lejos y que somos los mismos los que tenemos que votar que quienes acudimos a las urnas en diciembreCasualidades de la vida, no he pisado una peluquería desde las últimas elecciones (sí, así de dejada es una), y estos días he vuelto a sentarme ante el diván de una de esas expertas sin título universitario que tanto saben de tantas cosas: sociología pura, con un poquito de antropología, cultura general y cuore. Y, mientras me perfilaban el flequillo, la profesional dio en el clavo como lo haría cualquier tertuliano a sueldo: los políticos son unos pesados y nos van a dar el verano.
Pero es que las reglas del juego son así y esto no es como lo del chiste de los ligues y el parchís, porque si te comes una ficha hay que contarse veinte casillas. El resultado de las últimas elecciones que dieron lugar a la legislatura más breve de la historia de España fue tan imposible que el acuerdo no podía prosperar con larga salud. Y desde el 26-J y lo que elijamos (te rondaré, morena...) hasta que tengamos un nuevo gobierno reuniéndose en Consejo de Ministros y un parlamento con nuevos inquilinos (fotos de bebés aparte) habrá que sudar la gota gorda.
Por eso, queridos conciudadanos, no se me vengan abajo y piensen en las vacaciones. Será buena señal que las preocupaciones de los españolitos queden olvidadas esta vez bajo el catálogo de viajes y los programas electorales sobre los que queda la marca del vaso de refresco o cervecita de turno.
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Almudena Hernández
Doctora en Periodismo
Diez años en información social
Las personas, por encima de todo