ANÁLISIS DE CULTURA
No es la ONU
Por Marta G. Bruno3 min
Cultura28-04-2016
Hemos leído y escrito mucho sobre Cervantes. El mundo de los muertos nos anima a los vivos, que también tenemos algo que contar. Y por eso urge expandir las palabras de los valientes. Porque es ahora cuando se pueden cambiar los acontecimientos.
El Premio Cervantes Fernando del Paso aclamaba en su discurso, centrado en la situación política de su país, México: "continúan los atracos, las extorsiones, los secuestros, las desapariciones, los feminicidios, la discriminación, los abusos de poder, la corrupción, la impunidad y el cinismo”. No escuchamos ni leemos hablar sobre ella, pero del Paso también se refirió a la Ley Atenco, “una ley opresora que habilita a la policía a apresar e incluso a disparar en manifestaciones y reuniones públicas a quienes atenten, según su criterio, contra la seguridad, el orden público, la integridad, la vida y los bienes, tanto públicos como de las personas". Valientes premiados que aprovechan sus minutos de gloria para ponerle voz a los más desfavorecidos. Pacifista que estudió Economía, después publicista, y hoy en silla de ruedas por una isquemia pero sin pelos en la lengua para contar que en su país las cosas no están mejor.
Son héroes que pasan de la noche a la mañana al mundo de los muertos, a veces en el más cruel de los contextos, sobre todo las malditas guerras. Ya no hablamos apenas de Siria porque no interesa, pero me enteraba, no por un medio de comunicación sino por la organización The Syria Campaign, a través de mi compañera Sandra Várez, que el director del hospital de niños en Alepo, el único pediatra de la zona, ha muerto en un ataque aéreo. Por la mañana atendía a los menores y por noche prestaba guardias en Urgencias. Sabía que se encontraba en la ciudad más peligrosa, pero le podía la vocación y necesidad de servir al más desgraciado. Fue asesinado por salvar vidas.
El mundo occidental vive demasiado obcecado en la difícil situación política que le invade. Razones no le faltan. Se supone (y digo se supone), que tiene que mantener al resto del mundo. Pero hace mucho que dejó de ser portada lo que menos importa. Rebuscando en Google news puedes encontrar una noticia perdida entre pactos. El Niño ha causado en el Sur de África la peor hambruna desde 2005. La producción del maíz se ha reducido un 12 por ciento, el principal sustento de su población, lo que supone una escasez total de alimento para el 20% de sus habitantes, que van con sus ropas hechas jirones porque no pueden comprarse nada nuevo. Y eso es lo de menos.
El fracaso de nuestros políticos es el del mundo entero que no es capaz de sostener sus números. Y tan sólo unos pocos se atreven a hablar. “Criticar a mi país en un país extranjero me da vergüenza. Me trago esa vergüenza y aprovecho este foro internacional (…) Esto pareciera tan solo el principio de un estado totalitario que no podemos permitir. No denunciarlo, eso sí que me daría aún más vergüenza”. No es la ONU. Es la entrega del Premio Cervantes. Es Fernando del Paso. De los pocos que se atreven, no a hablar, sino a contar.
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Marta G. Bruno
Directora de Cultura de LaSemana.es
Licenciada en Periodismo
Estudio Ciencias Políticas
Trabajo en 13TV
Antes en Intereconomía TV, La Razón y Europa Press