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ANÁLISIS DE LA SEMANA

Plegados al señor Bush

Fotografía

Por Raquel GonzálezTiempo de lectura2 min
Economía16-09-2002

Bush lo va a conseguir, ¿Qué no ha conseguido ese hombre? Sus deseos son órdenes no sólo para sus subordinados, sino para el mundo entero, quizá el mundo entero esté subordinado a él. Esta afirmación puede ser un poco dura, pero lo cierto es que las evidencias son numerosas. Que no le queda duda a nadie de que el ataque a Irak será, tarde más o tarde menos, pero será. ¿Y qué ocurrirá entonces? Pues de todo un poco y en varios campos. En lo humano mejor no entremos porque no daría el espacio. En el campo económico hemos de entrar. Un ataque a Irak supondría una catarsis económica por los lazos con el petróleo cuyo precio aumentaría aún más, además las Bolsas se desestabilizarían y todo ello provocaría un caos económico a nivel mundial. EE.UU. no sólo tiene el poder en lo que respecta al futuro ataque a Irak, también lo tiene en Argentina. Se siguen cumpliendo objetivos en pos de que el FMI les de el aval económico que necesitan. Sin el organismo de crédito no ven futuro, por tanto están haciendo y harán lo que haga falta para que éste les de el visto bueno final. El último paso que se ha dado es el de liberalizar parte del corralito financiero. Pero aún queda mucho por hacer para que el FMI, versus EE.UU., se muestre conforme. Aún teniendo el poder supremo, a EE.UU. no todo le va tan bien, al menos económicamente. Un galopante déficit fiscal se aproxima sin tregua y eso pondría contra las cuerdas la estabilidad económica del país. Los que buscan tres pies al gato quizá dirían que la guerra también puede ser una excusa para desviar la atención de los problemas económicos del país, que bueno, en realidad tampoco son tantos. Pero para problema, el de Opening, que sigue coleando. Al final no hay crédito que valga y los alumnos siguen con cara de no entender nada. Se niegan a pagar lo que no están recibiendo y comienzan a organizarse el asociaciones de afectados, por eso de la unión hace la fuerza. De momento, no hay nada claro y casi todo lo que se puede afirmar no pasa de ser un rumor.

Fotografía de Raquel González