Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

SIN ESPINAS

Retratos de una obsesión

Fotografía

Por Javier de la RosaTiempo de lectura2 min
Opinión15-09-2002

Es muy posible que el ojo indiscreto de nuestro parecer público atestigüe, desde la ignorancia, que Sadam tenga armas de destrucción masiva. Aunque sólo sean fábricas de champiñones radiactivos. Pero lo que sí es seguro es que Rumsfeld y junior las poseen. Aquí, en España, alinearse con las tesis socialistas, más que una coincidencia es una prueba más de que el buen periodista debe siempre poner en tela de juicio las acciones del poder. El poder es interesado; y por eso sólo necesita encontrar argumentos para justificar su interés. El que quiere hacerse con el poder también es interesado pero su única manera de adquirirlo radica en la acción de desenmascarar los intereses del poder. Esta es la dinámica que se han traído y llevado esta semana socialistas y populares en el Congreso a propósito de las filias del presidente Aznar con Berlusconi, Blair y Bush. Y más allá de que la nueva entrega de Dartacán y los tres mosqueperros esté preparada, esta nueva comandita de los fueras de la ley empieza a consolidarse como el sálvese quien pueda ahora que Europa empieza a no significar nada en la estrategia internacional de Estados Unidos. Por supuesto, Dartacan es Bush. Aznar lo tiene claro porque entiende de poder; y si Bush le deja hasta le hace por Europa la promoción del asunto con garantías. José Mari ha sabido esta semana establecer los parámetros y poner a todos en sus sitio: "mire usted, entre aliarme, alinearme o alienarme con la libertad, con la defensa de los valores humanos y la democracia o hacerlo con regímenes totalitarios que fomentan la inmolación del sistema... mire usted". Y con eso casi nos convence, en el Congreso y en el foro de ABC. En nuestro país, la falta de argumentos para desenmascarar los intereses del poder no sólo viene de la incapacidad intelectual de la oposición actual, sino de que cómo apuntaba un buen columnista el otro día, los socialistas también apoyaron, con Rotas, OTANs y Torrejones, y como perritos falderos al padre de Bush, a la sazón Bush padre en la primera guerra del Golfo. Por eso, a Guerra, don Alfonso, habría que decirle que aunque los viejos roqueros nunca mueren, podía taparse de cuando en cuando un poquito. La obsesión de Aznar es colocar a España en una buena posición tras el fregado del 11-S. Lo hizo bien tras los atentados y sigue figurando ante Bush ahora que al vaquero se le pone duro lo de hacer coaliciones internacionales en una Europa olvidada por los americanos. A España le interesa esto, todo sea que después a Jorgito se le olvide que aquí tenemos a unos vascos asesinos y Sadam mande las primeras cosechas de champiñones radiactivos al Corte Inglés de Preciados.

Fotografía de Javier de la Rosa