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ANÁLISIS DE INTERNACIONAL

Los terroristas han logrado su objetivo

Fotografía

Por Isaac Á. CalvoTiempo de lectura2 min
Internacional09-11-2015

Los terroristas, una vez más, han logrado su doble objetivo: condicionar a las autoridades y atemorizar a la población. Además, mientras que no se demuestre lo contrario, lo han hecho de forma implícita, aprovechándose del macabro trabajo desarrollado desde hace muchos meses.

Las causas que provocaron que un avión ruso se estrellara en Egipto siguen siendo, oficialmente, una incógnita. Sin embargo, crece la hipótesis de que fue derribado por factores externos, como una bomba ubicada dentro del aparato. Tiene toda la pinta de que así fue.

Las aeronaves actuales son tan sofisticadas como seguras y están sometidas a numerosos controles (salvo contadas y documentadas excepciones) que hacen poco probable el problema técnico. El riesgo de accidente es ínfimo en relación con la enorme cantidad de vuelos que hay en el mundo, todos los días a cualquier hora.

En el caso del Airbus ruso, las sospechas se acentúan porque el suceso se produjo en pleno vuelo, la fase menos problemática según las estadísticas (en el despegue y el aterrizaje se está más expuesto a un fallo humano).

Como no podía ser de otro modo, independientemente de ser responsables de lo ocurrido o no, los terroristas están obteniendo réditos con este suceso. A las pocas horas, un grupo local vinculado con el llamado Estado Islámico (EI) afirmó que había derribado el aparato con un misil. Después, fue el propio EI el que asumió su responsabilidad y dijo que era una venganza por los ataques que está sufriendo su organización en Siria por parte de Rusia.   

 

Sea como fuere, la duda está servida porque introducir un artefacto explosivo en un avión es difícil pero no imposible, y porque el Estado Islámico es experto en hacer marketing terrorista. El resultado, el esperado y deseado por los criminales: miedo, cancelación de vuelos, evacuación masiva de extranjeros, ocasionar graves daños al turismo de Egipto...

El daño está hecho. Aunque la investigación concluya que lo ocurrido en el avión no fue un atentado, todo el tiempo transcurrido hasta ese momento ha servido para promocionar a los terroristas y para aumentar la sensación de inseguridad.

Fotografía de Isaac Á. Calvo

Isaac Á. Calvo

Licenciado en Periodismo

Máster en Relaciones Internacionales y Comunicación

Editor del Grupo AGD