Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

ANÁLISIS DE SOCIEDAD

El paseo de los tramposos

Fotografía

Por Almudena HernándezTiempo de lectura3 min
Sociedad28-01-2015

En Olimpia, Grecia, en el paseo de acceso al túnel del viejo estadio, a pocos metros de donde se recoge el fuego sagrado que aún recorre el mundo cada cuatro años para marcar la salida de la cita deportiva más importante del planeta, se guardan restos de las estatuas retrato de los grandes atletas de las famosas competiciones de la antigüedad. Pero, también, frente a ellas, se erigían las de aquellos que querían ganar haciendo trampas, con una inscripción que recordaba, para escarnio público, el nombre del tramposo y la treta realizada.

Estos días Europa mira con gran expectación a las jugadas que se están protagonizando en territorio heleno, donde sus votantes han elegido para llevar las riendas de su gobierno a la famosa coalición Syriza (de izquierda radical para unos, de "izquierda izquierda" para otros, de los mundos de E.T. también para unos pocos). Y, a raíz de los comicios griegos, ya hay más expertos electorales que piedras caídas en las ruinas del Partenón, símbolo indiscutible de un país cuyas gentes miran constantemente a la grandeza de hace milenios sin mirar al futuro y cuya personalidad tiene muchas características comunes con los vecinos turcos, dos datos cruciales a tener en cuenta comprender a los griegos.

El tiempo dará la razón a si Syriza es buen o mal remedio para un país que ha tenido que ser rescatado por Europa por no hacer las cuentas bien o no querer hacerlas (o hacer trampas al presentarlas), aunque quizás en Atenas muchos quieran verlo al revés, como recuerda su mitología con el rapto del personaje del mismo nombre. Cada palo que aguante su vela o, dicho de otro modo, que cada columna soporte las toneladas del frontón correspondiente. ¿Ya nadie recuerda que los griegos apenas habían declarado un puñado de piscinas mientras las imágenes de satélite chivaban el semillero de ellas que tenían los particulares sin reconocer para evitar los impuestos? ¿Por qué tanto escándalo por que gane Syriza las elecciones griegas o partidos de ultraderecha como Amanecer Dorado recaben escaños? ¿Acaso los ciudadanos del país que inventó la democracia no tienen responsabilidad en ello? 

Quizás más de uno debería reflexionar en qué grado ha buscado atajos para ganar, ya sea por el populismo, por las promesas fáciles, por la evasión de impuestos, por el miedo a que "que viene la izquierda" o "qué mala es la Merkel", o por salir en la foto con Alexis Tsipras, líder de Syriza. Quizás más de uno debería tener un lugar privilegiado en el paseo de los tramposos. También en España, que aunque su situación no es comparable con la que viven los griegos, en breve la ciudadanía tendrá que acudir a las urnas. Señores, recuerden, la democracia, ese invento que se originó en Grecia, tiene sus derechos, por ello podrán votar las princesas del pueblo y los enfermos de hepatitis; los paquirrines y los deshauciados; los profesores de universidad y los parados; los tertulianos y los jornaleros, los bárcenas y los indignados. Pero no olvidemos que la misma democracia tiene obligaciones, aunque no haya un paseo del escarnio para delatar a los tramposos.

Fotografía de Almudena Hernández

Almudena Hernández

Doctora en Periodismo

Diez años en información social

Las personas, por encima de todo