Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

ANÁLISIS DE INTERNACIONAL

Israel y Hamas, lamentablemente no se trata de perros

Fotografía

Por Isaac Á. CalvoTiempo de lectura2 min
Internacional31-07-2014

En las calles de cualquier ciudad es fácil contemplar esta escena: un perro muy pequeño ladra y hostiga insistentemente a otro muchísimo más grande. Es una situación frecuente pero absurda desde el punto de vista de la naturaleza. Generalmente, el de mayor tamaño o no presta atención o mira con indiferencia, pero hay veces, que el perro grande da un ladrido proporcional a su tamaño, o, peor, lanza una dentellada que puede acabar con el minúsculo can. El problema se acentúa si el gran perro, además, ataca al dueño del otro animal, a todo el que pasa por allí y se vuelve incontrolable. Entonces, hay que hacer todo lo posible para tranquilizar la situación, aunque sea muy difícil. Este símil, en su versión humana y, lamentablemente, muchísimo más trágica, se puede aplicar a lo que está ocurriendo en Gaza e Israel. En esta zona tan sensible y propicia al enfrentamiento, los islamistas palestinos de Hamas secuestraron y asesinaron a tres civiles israelíes. Este fue el detonante del actual conflicto. La operación de castigo a Hamas desarrollada por Israel se le está yendo de las manos. Ya se sabe que al Ejército israelí le cuesta usar la fuerza de forma proporcional a la amenaza que recibe. Es cierto que 30 soldados israelíes han muerto en esta guerra y que los milicianos de Hamas están lanzando cientos de cohetes y misiles contra la población civil y contra instalaciones estratégicas de Israel como aeropuertos y centrales nucleares (la mayoría de los proyectiles no ha provocado víctimas al haber sido interceptados en el aire). Sin embargo, no es normal que cientos de civiles palestinos hayan perdido la vida como consecuencia de los ataques israelíes, en los mal llamados daños colaterales. Tampoco lo es bombardear un edificio de Naciones Unidas que refugiaba a mujeres y niños. Estos hechos sorprenden aún más porque las tropas de Israel tienen una preparación sobresaliente y disponen de los medios más avanzados. El Gobierno de Benjamin Netanyahu se defiende diciendo que va a investigar lo ocurrido y acusa a Hamas de utilizar a los palestinos como escudos humanos. Es posible que los islamistas usen esa cruel táctica para justificar sus políticas, mantenerse en el poder, alentar el sentimentalismo para que la población se una ante un enemigo mayor, y para dejar en evidencia a Israel ante la opinión pública internacional. A los mandatarios israelíes no les importa demasiado el qué dirán con tal de garantizar la seguridad del Estado y de sus habitantes, su principal obsesión. Aun así, un ataque inicialmente lícito deja de estar justificado cuando se hace un uso desproporcionado de la fuerza contra un enemigo menor y se mata a cientos de inocentes.

Fotografía de Isaac Á. Calvo

Isaac Á. Calvo

Licenciado en Periodismo

Máster en Relaciones Internacionales y Comunicación

Editor del Grupo AGD