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ANÁLISIS DE SOCIEDAD

Palabra de Rey

Fotografía  (©foto: )

Por Almudena HernándezTiempo de lectura3 min
Sociedad23-06-2014

Se ha escrito mucho. Quizás se haya dicho todo (y de todo) porque el acontecimiento lo merece y porque no todos los días son históricos. El 19 de junio de 2014 aparecerá en las enciclopedias (cada vez más virtuales) para recordar el inicio del reinado e Felipe VI, ese hombre sobradamente preparado para, como él mismo se ha calificado, ser un rey "constitucional". Así, que, si queremos entender un poquito en qué consiste ese concepto, bien vendría repasar el discurso que pronunció ante las Cortes españolas. Un mensaje en el que don Felipe habló de muchas cosas, también entre líneas, pues dijo más de lo que literalmente pudo decir. Sirvan de ejemplo su compromiso "irrenunciable" con los valores democráticos; el homenaje a la generación de su padre, que según el nuevo rey, posibilitó la instauración de la democracia en España gracias al liderazgo de don Juan Carlos y al "protagonismo" del pueblo. Vamos, para entendernos, que el nuevo monarca parece que no tiene previsto pasarse por el forro la Carta Magna que votaron nuestros padres y que valora y agradece (no tirándola a la basura) la convivencia que alcanzaron. Dicho de otro modo, para los amantes de los titulares, los mensajes cortos, lemas y tuits, viene a ser lo que en la catedral de Ávila, sobre los restos del llorado presidente de la Transición democrática, Adolfo Suárez, puede leerse: "La concordia fue posible". ¿No parece que el rey Felipe lo subraya? Pero hay más. El agradecimiento a la familia, el recuerdo a los profesores y "maestros" y el acento a "los valores de libertad, responsabilidad, solidaridad y tolerancia" con los que ha crecido y que, según dijo, está transmitiendo a sus hijas, dan otra pista sobre los caminos que quiere seguir este rey, siempre tras la flecha de la Constitución, por si alguno se sale de madre. "No tengan dudas, Señorías, de que sabré hacer honor al juramento que acabo de pronunciar; y de que, en el desempeño de mis responsabilidades, encontrarán en mí a un Jefe del Estado leal y dispuesto a escuchar, a comprender, a advertir y a aconsejar; y también a defender siempre los intereses generales", dijo. Si su padre fue el rey de todos los españoles, Felipe VI plantea que España es una gran nación, de la que reconoce tener "fe" en su unidad, y que está encabezada por "una monarquía renovada" en la que cabemos todos: "En esa España, unida y diversa, basada en la igualdad de los españoles, en la solidaridad entre sus pueblos y en el respeto a la ley, cabemos todos; caben todos los sentimientos y sensibilidades, caben todas las formas de sentirse español. Porque los sentimientos, más aún en los tiempos de la construcción europea, no deben nunca enfrentar, dividir o excluir, sino comprender y respetar, convivir y compartir". Pero una de las principales claves de la hoja de ruta de Felipe VI, si no la principal, reposa en la cita que hizo a Cervantes en boca de Don Quijote: "No es un hombre más que otro si no hace más que otro". Y añadió: "Yo me siento orgulloso de los españoles y nada me honraría más que, con mi trabajo y mi esfuerzo diario, los españoles pudieran sentirse orgullosos de su nuevo Rey", una conclusión, un reto, un lanzamiento de pelota al tejado del otro que engloba muchas cosas, algunas tan viejas como ese supuesto cristianismo al que, como muchos presumen, don Felipe no se refirió en ningún momento de su proclamación. "No he venido a ser servido, sino a servir", puede leerse en el Evangelio de San Mateo; o "el que quiera ser el primero que sea el esclavo de todos", escribió San Marcos parafraseando a un tal Jesucristo. Visto así, el mensaje del monarca constitucional español parece decir más cosas. Toda una declaración de intenciones. Palabra de Rey.

Fotografía de Almudena Hernández

Almudena Hernández

Doctora en Periodismo

Diez años en información social

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