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IMPRESIONES

Comunidad y burocracia

Por Álvaro AbellánTiempo de lectura2 min
Opinión12-12-2013

Todos los bienes materiales, morales y espirituales de los que disfrutamos los hemos recibido de una comunidad humana vinculada en tradición cuyo pasado es más efectivamente presente de lo que pensamos. Esa comunidad humana impulsó genialidades individuales y sumó esfuerzos colectivos para dejar la altura de los tiempos donde nosotros la encontramos o recibimos como ya dada, como algo natural. Los mejores hombres modernos, conscientes de la debilidad de la mayoría de sus hermanos –semidioses, ellos–, trataron de asegurar esos logros al margen del protagonismo de las personas e impusieron la estandarización, las leyes omnímodas que regulan lo cotidiano y la burocracia. Todos estos inventos tienen por objeto apuntalar unos logros sociales al margen de los sujetos concretos que conforman cada comunidad. La organización abstracta y colectiva, de poder incuestionable y fecundidad anoréxica, ha suplido a la genialidad concreta, siempre frágil, pero hondamente inspiradora. De esta forma, el hombre postmoderno piensa que la leche sale de la nevera, que el agua caliente nace en el grifo, que la educación se paga sola y que nadie debería luchar por mantener sus derechos, pues estos deben garantizarse por sí mismos, sin estar sujetos, faltaría más, al cumplimiento de ninguna obligación. Así, la burocracia acabó con la comunidad diluyéndola en lo colectivo, que es lo mismo que una suma de individuos mutuamente indiferentes a los otros y lloricas con respecto a sí mismos. Ahora que algunos indicadores apuntan que ya hemos tocado fondo, podemos salir de la crisis parcheando la mentalidad que nos empujó a la misma –lo que nos conducirá precipitadamente a la siguiente crisis–; podemos seguir pensando que son las legislaciones, reglamentos y burocracias los que mantendrán el sistema; o podemos recuperar la conciencia de que ningún bien propiamente humano se sostiene al margen de la acción personal y efectiva de una comunidad humana vinculada en tradición.

Fotografía de Álvaro Abellán

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Doctor en Humanidades y CC. Sociales

Profesor en la UFV

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Plumilla, fotero, coach