Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

ANÁLISIS DE SOCIEDAD

Cuando se rompe el coche

Fotografía

Por Almudena HernándezTiempo de lectura2 min
Sociedad06-11-2013

¿Qué pasa si se rompe el coche? Uno toma el móvil y llama al seguro, a un amigo, a un familiar o a las emergencias. Y en un tiempo más o menos corto se arregla el desaguisado y el mundo de uno comienza a girar de nuevo. Se llega tarde al trabajo, al colegio o a esa cita que estaba prevista. Un fastidio. Y luego viene la dolorosa, pues la avería cuesta un ojo de la cara. Y el sueldo del mes no da de sí y el incidente provoca dolor de cabeza y malhumor. Pero todo pasa. ¿A quién no se le ha estropeado el coche alguna vez? El problema es cuando el transporte en cuestión viene por Níger y se adentra en el desierto del Sáhara. El problema es cuando el aparato no ha pasado jamás la inspección técnica de vehículos y el conductor quizás esté a sueldo de las mafias. El problema es cuando los viajeros en cuestión han iniciado ese triste viaje para poder comer algo todos los días. El problema es cuando han dejado atrás a esos seres queridos a quienes ya no volverán a ver. Debería escandalizarnos que mueran decenas de personas en esas condiciones. Porque se rompió el vehículo en el que viajaban. Debería desgarrarnos el alma que la gran mayoría fuesen mujeres y niños, que buscaron una salida sin agua y a pleno sol a la avería del vehículo que les iba a llevar a un futuro mejor. Pero no. En África, cuando hay una avería en el transporte uno no se mosquea porque se llega tarde y el día se pone del revés. Ni eso. ¿Qué ocurre si se rompe el coche? Pues en África sucede que decenas de personas mueren de sed en el desierto. Que los animales salvajes mordisquean sus cadáveres y que alguien, casi por sorpresa, haya sus restos un buen puñado de días despues de haber probado el último trago de agua.

Fotografía de Almudena Hernández

Almudena Hernández

Doctora en Periodismo

Diez años en información social

Las personas, por encima de todo