Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

IMPRESIONES

¿Prefieres gobernar tú?

Fotografía

Por Álvaro AbellánTiempo de lectura2 min
Opinión09-05-2013

Las dos últimas semanas nos ha tocado pegarle a Rajoy. Parece que estaba en la agenda de los medios. La verdad, yo no le he llamado incompetente, mentiroso o chorizo, y tengo la sensación de haberme quedado fuera de juego. Me dan ganas de decirles por lo bajini a mis compañeros periodistas que no me vuelvan a hacer esto. Que estas cosas se avisan. Que si me dan un poco de tiempo no sólo puedo sumarme a los linchamientos públicos, sino que además hasta puedo ser ingenioso e inventarme alguna razón o expresión nueva. Pero, en realidad, lo que quería decirles es otra cosa. Podríamos empezar, por ejemplo, leyendo juntos este ingenioso texto que Jenofonte recoge en el libro II de sus Recuerdos de Sócrates. Es un diálogo entre Aristipo y Sócrates, en el que el segundo interroga al primero sobre las condiciones del buen gobernante. Llegado un punto, Sócrates le pregunta a Aristipo si él querría gobernar, a lo que éste responde: «De ninguna manera me voy a poner en el puesto de los que están deseando gobernar, pues creo que es la mayor insensatez, cuando tanto trabajo cuesta procurarse lo necesario, que encima no sea ello suficiente sino que se añade el proporcionar a los demás ciudadanos lo que ellos necesitan. Renunciar a las muchas cosas que uno desea para sí mismo, por estar al frente de la ciudad, y tener que rendir cuentas en el caso de que no se satisfagan todos los deseos de la ciudad, ¿no es la mayor de las locuras? Porque en realidad las ciudades pretenden utilizar a sus gobernantes como yo utilizo a mis esclavos. Yo pretendo que mis criados me preparen en abundancia lo que necesito, pero que ellos no toquen nada. Las ciudades, por su parte, pretenden servirse de los gobernantes para que proporcionen la mayor cantidad de bienes, pero que ellos se abstengan de todo». Después de leer juntos este texto, les preguntaría a mis colegas periodistas: ¿querrías gobernar tú? O, como Aristipo, ¿prefieres engordar en abundancia vendiendo tu indignación e insultos aprovechando la desgracia ajena? Pues, si prefieres gobernar, preséntate voluntario y, si no, suma tus esfuerzos a quienes lo intenten, en lugar de aprovecharte de la palabra fácil en la situación difícil. El texto, no obstante, no está escrito específicamente para periodistas, sino que debería ser inspirador para todos los que nos consideramos ciudadanos. En el fondo, como toda la literatura socrática, este fragmento presenta dos actitudes radicalmente enfrentadas en la vida social. Sí, es verdad, todos tenemos un poco de ambas. La cuestión es cuál pesa más y cuál deberíamos encarnar, si no siempre, muy especialmente en las situaciones difíciles. ¿Prefieres gobernar tú? O, dicho aún de otra manera: ¿Acaso no eres ya gobernante en algún ámbito de tu vida? ¿Y cuáles son tus resultados?

Fotografía de Álvaro Abellán

$red

Doctor en Humanidades y CC. Sociales

Profesor en la UFV

DialogicalCreativity

Plumilla, fotero, coach