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SIN CONCESIONES

La incapacidad de Rajoy

Fotografía

Por Pablo A. IglesiasTiempo de lectura3 min
Opinión08-01-2013

Un euro por cada medicina obtenida con receta. Es el regalo de Navidad que la Comunidad de Madrid ha dejado a los ciudadanos con el comienzo de 2013. La idea no es nueva, pues en Cataluña lleva implantada desde el pasado verano. La Generalitat impuso esta tasa farmaceutica para recaudar más dinero con el que pagar los excesos del sistema sanitario. El independentista Artur Mas presume de haber resuelto así un porcentaje importante de su problema y Madrid no ha dudado en seguir el ejemplo para ingresar la mísera cifra de 80 millones de euros, que no resolverán el desvío presupuestario de la sanidad madrileña. Lo que inicialmente era un problema de Cataluña es ahora un problema nacional para el Gobierno de España porque las dos principales comunidades autónomas cobran una tasa injusta y supuestamente ilegal a los ciudadanos. El Ejecutivo de Mariano Rajoy advirtió a ambas regiones de que el euro por receta era inconstitucional y así prometió recurrirlo a los tribunales. Ya lo hizo en diciembre con Cataluña y este viernes le llega el turno a Madrid. El caso de la comunidad que preside Ignacio González es mucho más grave porque pertenece al mismo partido político que Rajoy y que la ministra de Sanidad, Ana Mato, quien hasta hace un año era la encargada de poner firmes a todos los dirigentes del PP. Así que el euro por receta de Madrid es mucho más que una tasa injusta. Es especialmente un desafío y una desautorización al Gobierno de España. Que Rajoy fuera incapaz de frenar el euro por receta de Cataluña suena lógico, especialmente a la vista del desvarío soberanista de Artur Mas. Pero que Rajoy haya permitido que un compañero de partido imponga el euro por receta en Madrid deja en evidencia su capacidad de liderazgo en el PP y su autoridad interna. Vuelve a resurgir el viejo mantra de que Rajoy es incapaz de dirigir su propio partido y así es difícil gobernar un país. La realidad va más allá. El desafío de Madrid hacia Rajoy no es nuevo, no es el primero y no será el último. Pronto llegarán más a pesar de que cualquier enfrentamiento añadido de Ignacio González reducirá paulatinamente sus posibilidades de ser candidato a la comunidad en 2015. El euro por receta se ha convertido en el enésimo órdago que el equipo de Esperanza Aguirre lanza al de Rajoy. Una vez más ganan los intereses del PP de Madrid, mientras pierden la credibilidad de Rajoy y los derechos de los ciudadanos. El Gobierno de España recurrirá el euro por receta al Tribunal Constitucional y puede que gane la batalla judicial. Pero tendrá que pasar mucho tiempo para que la Justicia dirima la oportunidad de este nuevo impuesto a los fármacos. Cuando llegue la sentencia dentro de uno, dos o tres años no habrá solución a muchos de los problemas generados. ¿Quién devolverá entonces el dinero a los ciudadanos? ¿Quién y cómo compensará a los jubilados a los que están robando un euro por cada medicina que les aconseja el médico? ¿Quién asumirá la responsabilidad por los tratamientos médicos que se hayan dejado de recetar? Son muchas preguntas por culpa de un problema disparatado que jamás debería haberse planteado. Pero por encima del euro que pagan los ciudadanos hay una culpa mayor: la de quien debía evitarlo y no lo hizo. Quizá por indolencia, por incapacidad o por falta de autoridad. Tres razones a cual más preocupante.

Fotografía de Pablo A. Iglesias

Pablo A. Iglesias

Fundador de LaSemana.es

Doctor en Periodismo

Director de Información y Contenidos en Servimedia

Profesor de Redacción Periodística de la UFV

Colaborador de Cadena Cope en La Tarde con Ángel Expósito