ANÁLISIS DE LA SEMANA
Curas, delincuentes y niños
Por Almudena Hernández
2 min
Sociedad28-04-2002
La iglesia católica en Estados Unidos está pasando un mal rato. Los casos de pederastia protagonizados por varios sacerdotes han enfadado a la opinión pública. El escándalo ha subido de tono cuando además esos casos han sido silenciados por otros sacerdotes. Pero, cuidado, que en este asunto hay otras realidades. Las víctimas. Seguramente a los niños que han sufrido abusos no les es suficiente con perdonar a su agresor. Tienen que afrontar que su vida ha cambiado. De ellos no se habla. Se habla de la Iglesia, “la casa del buen obrar acoge a los que obran mal”, dirían. Dicen, están diciendo. Y es verdad, claro, en cierto modo. Pero, hay otras realidades. No se puede generalizar. En la Iglesia hay miles de sacerdotes de conducta ejemplar. También los hay delincuentes, aprovechados, cínicos, alborotadores y cómodos. Muchísimos, sin embargo, en el Tercer Mundo y en el primero, arriman el hombro, ponen las manos y enseñan con el ejemplo que hay que hacer el bien, más allá de las confesiones. Quizás ellos no son escandalosos… pero están en el mismo saco, comparten “iglesia” con los otros. Lo del mismo saco ocurre en otros muchos ámbitos de la vida. Se generaliza cuando, por ejemplo, se dice que la droga es malísima. Y verdad no falta. Pero puede ser que la droga cure. Otro ejemplo, existe también un rechazo al extranjero, candidato a delincuente por el simple hecho de no ser español. No todos los inmigrantes son delincuentes. Son personas que también sufren, algunas veces muchísimo. Y ese sufrimiento toma la presa fácil de los niños, los mismos que comparten clase con los niños españoles. Hay muchos valores en la escuela –la igualdad, la solidaridad, la inocencia…- que luego se pervierten en muchos hogares, que no en todos, donde a veces se deseduca lo aprendido en las aulas. Quizás la educación no sea del todo buena o no sea del todo mala y lo más correcto sea seleccionar lo mejor de cada caso y no generalizar y radicalizar posturas. Quizás… Probablemente la realidad pueda explicarse desde el término medio: entre el dogmatismo y el relativismo. No todas las personas que hay sobre la faz de la Tierra son multimillonarias. No todos los multimillonarios no tienen nada bueno que aportar a la humanidad. No todos los curas son delincuentes. No todos los niños viven bien en España… No todo, no siempre, nada… No hay que generalizar.
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Almudena Hernández
Doctora en Periodismo
Diez años en información social
Las personas, por encima de todo